Vagabonds, Virgins & Misfits
Discos / Mike Campbell & The Dirty Knobs

Vagabonds, Virgins & Misfits

8 / 10
Kepa Arbizu — 21-06-2024
Empresa — BMG
Género — Rock

Haber sido un fiel aliado a las seis cuerdas de Tom Petty, desde que con Mudcrutch se sembrara el esqueje del que brotarían los seminales Heartbreakers y hasta pocas fechas antes de su repentino fallecimiento, ha llevado a Mike Campbell, por evidentes méritos propios, a figurar entre los más ilustres capítulos de la historia del rock. Un parnaso que desprende tanto brillo que a veces puede dificultar distinguir y ponderar como se merece la carrera en solitario emprendida por aquellos acostumbrados a ejercer de rutilantes acompañantes de un protagonista principal. Tanto es así que la trayectoria del excelente guitarrista y compositor, junto a su propia formación, The Dirty Knobs, se estableció definitivamente cuando la figura del rubio estadounidense abandonó la corporeidad para instalarse en la memoria colectiva. Es ahora, con su tercer disco, al menos en lo que se refiere al contenido artístico, cuando parece que arroja una mayor determinación a la hora de adoptar un perfil identificativo que, pese a las lógicas y en ningún momento evitadas comparaciones, escape de ser señalada como únicamente una elogiable extensión de su trascendente pasado grupal.

Con una banda remozada, siempre supeditada a una mutante configuración, pero con la activa participación desde que nació este proyecto del productor George Drakoulias, viejo conocido de pasadas andanzas, sus actuales canciones, algunas de ellas liberadas de esos viejos cajones en las que habitaban desde hace años, asumen el compromiso de reflejar la representación más estilizada y personal de su autor. Cualidades a las que llega entonando una mayor diversificación en su despliegue rítmico, alcanzando por igual las cotas más altas de frenesí como una doliente expresividad, al igual que adjudicándole un eje común a una lírica que, como muy bien anuncia el título del álbum, “Vagabonds, Virgins & Misfits”, es el resultado de todo ese paisaje humano observado y compartido a lo largo de esos inacabables itinerarios realizados a lo largo de su currículum. Unas experiencias ligadas al propio hecho que supone subirse a un escenario, un territorio que propicia coronarse como rey durante un espacio de tiempo pero del mismo modo un lugar sobre el que se ciernen las consecuencias de múltiples episodios existenciales.

Un hilo conceptual que toma mayor relevancia dado el formato asumido por el álbum, presentándose como un trampantojo de disco en vivo, utilizando por ejemplo ese subterfugio escondido en el “Sgt. Pepper's” de su adorados The Beatles, donde los aplausos que acompañan a su clausura, el dialogo instrumental de mandolinas de una “Amanda Lynn” que por si fuera poco fue concebida originalmente para cerrar sus shows, también alientan a la pieza inaugural, “The Greatest”, que además ilustra ese sentimiento de confraternización que toda actuación debe contener y expandir mucho más allá del tiempo limitado por el apagado y encendido de las luces. Apertura de la mano de un rock de épica melancolía, como la que acompaña a otros ilustres de la talla de Elliott Murphy, a la que se suma un acento psicodélico que añade mayor plenitud a dicha experiencia. Un ecosistema, el de las giras, al que de nuevo rinde homenaje, incluso añadiendo anécdotas verídicas, en una “Innocent Man” guiada por unas guitarras envolventes de característico sonido a The Byrds encargadas de sublimar su condición.

En toda puesta en escena que se precie dispuesta por una banda de rock es imprescindible su buena ración de adrenalina que sirva para arengar a las masas, cometido que asumen piezas de exultante intensidad donde se congregan una conversación de alto voltaje entre guitarras que departen en un idioma casi tan expeditivo como el de su título, “So Alive”, o que arrecian para servir de teloneras al medio tiempo “Hands Are Tied”, toda una oda a la salvación que se esconde entre pentagramas. Un cenit de fogosidad que será impulsada por los machacones envites de “Shake These Blues”, salvoconducto para agitar las cabezas asumiendo su desaforado mandato, o a través de la tormenta sureña desatada por la alianza con Benmont Tench y una consagrada estrella que responde al nombre de Chris Stapleton. Artífices todos ellos de situar “Don't Wait Up” en una carretera de amplios y soleados horizontes.

Desacelerar el nervio cardíaco no es sinónimo de desatender las pulsiones emocionales, por lo que cerrar los ojos y dejarse abrazar por una bellísima “Angel Of Mercy” o sentir la melódica nostalgia que enuncia, junto a la voz de Graham Nash, “Dare To Dream” siguen siendo momentos de alta excitación aunque sea delineados bajo diferentes coordenadas, las mismas que deletrean la preciosista nostalgia con que es narrado ese tipo de encuentros, ya icónicos para el imaginario de la música popular norteamericana, propiciados por la nocturnidad entre seres expulsados de la calle principal, y a los que nadie conoce mejor que la invitada en el tema “Hell Or High Water”, Lucinda Williams. Convertida en vademécum etílico, “My Old Friends”, se significa igualmente como una excelente banda sonora dispuesta a homenajear a la gran familia de bardos eléctricos, se llamen Waylon Jennings, Bob Dylan o John Hiatt.

“Vagabonds, Virgins & Misfits” resulta el trabajo más dinámico y desprejuiciado firmado por Mike Campbell hasta la fecha, lo que supone, teniendo en cuenta sus más que contrastados talentos instrumentales y compositivos, alumbrar un repertorio que encuentra su floración emocional partiendo desde planos diversos. Porque ese es el verdadero tesoro que se esconde tras estas once piezas, haberse convertido en peldaños con los que configurar un recorrido capaz de representar a la perfección esa facultad que ostenta la experiencia musical para convertirse en bálsamo vital. Y es que las canciones, también las aquí aparecidas, contienen esa mágica naturaleza de ser el lugar exacto donde un gran número de desconocidos se citan con el fin común de encontrar su don sanador, a veces hecho de llantos y otras de sonrisas.

 

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.