Aunque son amigos desde prácticamente la infancia, en algunos casos, no debe ser fácil aunar en una banda como Mi Capitán los talentos de gente como Dani Ferrer (Love of Lesbian), Víctor Valiente (Standstill y Sidonie), Ricky Falkner (Egon Soda y Standstill), Ricky Lavado (Standstill, Nudozurdo y The Secret Society), Julián Saldarriaga (Love of Lesbian) y Ferran Pontón (Egon Soda). Gonçal Planas “capitán” de este proyecto y antiguo miembro de Sampedro lo ha conseguido y de manera más que notable. Porque además ha logrado la originalidad, y es que Mi Capitán no suenan a ninguna de las bandas de sus músicos, aunque evidentemente estén algo más cerca de Egon Soda que del resto.
"Un tiro a la salud del imperio" es la continuación natural de “Drenad el Sena” (2015). Y si aquel era un disco inmediato, emulgente desde la mezcla de talentos, consecuencia de las ganas de ver realizado el sueño de Gonçal Planas de ver convertidas sus canciones en un disco, este es consecuencia del asentamiento del grupo. De la adquisición de entidad como tal. Y lo hacen de manera arriesgada. Porque Planas, como único letrista, apuesta por canciones de contenido claramente político o social, llámenlo como quieran. Gente que transita “En la avenida” de la decepción y que se atreve a gritar que “no quiero vivir con miedo”. O dándole solución de largarse a aquellos a los que “simplemente nos llaman multitud” en “Sal Corriendo”. Hay tiempo para otros temas, claro. Ahí están la psicotrópica “2000 apuestas” o la cruda “Y sin embargo”, pero el ambiente amargo, crítico y confesional se pierde en pocas ocasiones, a pesar de no estar hablando de un disco triste.
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