Heroes & Villains

Con la distancia suficiente de ‘NOT ALL HEROES WEAR CAPES’, su primer álbum propio, que vio la luz allá por 2018, Metro Boomin estrena ‘HEROES & VILLAINS’, una segunda entrega con la que sigue contando su leyenda a su manera: evolucionando el sonido que ayudó a crear hace una década, el de una escena trap que cambió el panorama de la música urbana en todo el mundo Desde el Drake actual, a Central Cee, pasando por Bad Bunny, hasta llegar a Karol G o La Zowi; todos son frutos indirectos de la labor de Metro Boomin. Especialmente quienes le acompañan en este álbum: los Travis Scott, Future, Young Thug o 21 Savage, que han cimentado su carrera gracias al productor nacido en San Luis mientras cimentaban ellos mismos el futuro de la escena.

La primera mitad del trabajo es absolutamente brillante. Desde la introducción a cargo de John Legend hasta ‘Metro Spider’, la calidad de las producciones, así como su originalidad, están muy por encima de cualquier otra propuesta en el género. Cuando hablamos de Metro Boomin como productor no solo tenemos que fijarnos en su capacidad para hacer beats, también es clave cómo es capaz de crear atmósferas y de dotar a cada artista que trabaja con él de un sonido propio al mismo tiempo que coloca su marca de agua personal. Esa alquimia entre intérprete y productor, le ha llevado a dónde está, a la cima. La segunda mitad del trabajo, a pesar de la aparición de artistas de primer nivel como The Weeknd, A$AP Rocky o Gunna, peca de cierta falta de originalidad, de la que sí gozaba el ‘NOT ALL HEROES WEAR CAPES’; tanto por variedad de colaboraciones como de propuesta. No estamos diciendo que la labor previa quede anulada, pero si algo desmaquillada.

Hay dos grandes aciertos en este ‘HEROES & VILLAINS’, y ambos giran alrededor del concepto. Uno es el trabajo alrededor del mismo. Desde una posición como la del productor, en la que no se pone voz ni palabras a tus propios temas, Metro Boomin es capaz de dotar a su obra de un espíritu comiquero cincuentero, entre Superman y Watchmen, épico y sombrío, enérgico y reflexivo al mismo tiempo. ¿Cómo lo hace? Con interludios narrados en clave alegórica y manteniendo un tono “alto”, el de las grandes historias, en las producciones. Casi como una banda sonora.

El otro es su lectura en el entorno musical, más allá de la música en sí. Las reflexiones que incluye Metro Boomin en esos interludios sobre el bien y el mal, los héroes y los villanos: “All the villains is grinnin’, all my niggas is winnin’; Must I remind you one more time? Must I remind you niggas? (…) I’m done apologizing, I am done being persecuted for my strength. You people should be thanking Christ that I am who and what I am, because you need me. (…) You’re not the real heroes; I’m the real hero” en ‘On Time’ o “Heroes are inspired, emerging only when needed, revealing themselves to the world in a moment marked by realisation of their ultimate destiny. With backs against the wall they ascend the winding path of their own fate. Barely knowing the edfe, despite coping as living their whole life as two hands” en ‘Around Me’ o “Most of these hoes don’t wanna be saved, most of these niggas can’t identify that most superheroes don’t wear a cape. All vilains wear a grin”, en ‘I Can’t Save You’.

En un trabajo donde ha contado en varios tracks con los raperos sentenciados a prisión por la ley RICO, como Young Thug o Gunna; en un momento donde Kanye West está siendo protagonista de una controversia creada por él mismo y calificado de villano, Metro Boomin habla y hace hablar a sus cantantes sobre esta problemática. De forma simbólica y mítica, es difícil no ver cierta relación, cierto posicionamiento, sobre el presente de los artistas en la escena norteamericana. Los héroes y los villanos existen. Los primeros no llevan capa y los segundos siempre sonríen. Denunciar la hipocresía social y musical, mientras crea un hilo conductor con su pasado son dos de los elementos que señalan a Metro Boomin no solo como el productor más talentoso de su generación, sino como una voz con ideas propias y mucho que decir.