El cambio experimentado por Feist para su nuevo disco ya intuía tiempo atrás. En el DVD “Look What At The Light Did Now”, que vio la luz hace unos meses, nos dio algunas pistas de cómo podría ser la continuación al exitoso “The Reminder”. Quien espere singles de pop perfectos y radiables a todas horas o el desenfadado sonido que envolvía a aquel mágico álbum, que se olvide de Feist. Lo que aquí domina es la proliferación de ambientes casi hippies y un colchón de psicodelia en el que alimentar sueños y fobias. El guión trazado para este disco es sorprendente, con unas coordenadas parecidas a las utilizadas por Ennio Morricone o Angelo Baladamenti para sus bandas sonoras. Reinvención, experimentación, huir de lo fácil, crear canciones que sólo se pueden entender dentro del contexto general de una obra que se debe escuchar del tirón, concentrado al máximo y con las pulsaciones a muy bajas revoluciones, prestando atención a los pequeños detalles, y dejándose ir mientras los temas van y vienen como las olas en el mar. Una revolución personal, arriesgada, desconcertante, que ni ella misma sabe hasta dónde le va a llevar. Las expectativas eran altas antes de la edición de “Metals”. Su repercusión mediática parece que podría haber tocado techo para ella, y el único miedo es que, de cara a su siguiente obra, quienes se enamoraron de ella gracias a “The Reminder”, ya no le den una nueva oportunidad. O sí. En todo caso, el tiempo dirá.
Acertadísima valoración: la comparto. No es "The Reminder" pero sí es genial.
Carlos Gonzalo.