La filiación emo de Minus The Bear sigue ahí, tan presente como hace un par de años: los estribillos emocionalmente inflamados, los bruscos cambios de ritmo, la celeridad en la ejecución.
Pero cualquiera que se conforme con adjudicarles un encasillamiento simplificador (ampliable también a ese fama de graciosetes a la hora de escoger los títulos de sus temas) se dará de bruces con la realidad, la misma que deja claro que este “Menos el Oso” es un disco para todos los públicos. La producción, a cargo de la propia banda -aunque mezclado por el teclista Matt Bayles, con un currículo que acumula trabajos junto a Blood Brothers o Mastodon-, es pulida y cristalina, realzando la simbiosis entre unas guitarras que, pese a su contundencia, rara vez llegan a ser dañinas, y unas bases sintetizadas que, en una primera escucha, pueden llegar a descolocar (caso de “The Fix”). Siguen bien presentes los arrebatos enardecidamente melódicos marca de la casa (“The Game Needed Me”, “Hooray”), pero sobre todo despuntan, por romper con el tono general, los repuntes electrónicos con el pie levantado del acelerador en la ambiental “El Torrente”, y, especialmente, una contagiosa “Michio’s Death Drive” con aroma a hit para la pista de baile, que ha sido comparada, no sin razón, como un cruce en The Strokes y The Police. La edición hispana del álbum (originalmente editado en Norteamérica en 2005) incluye seis temas extra que ahondan en su vía de crecimiento.
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