Tras conseguir que su maqueta (de la que recuperan varios cortes) se considerase la mejor del pasado ejercicio en MondoSonoro, actuar en nuestras fiestas demoscópicas, girar por toda la península con las máquinas a cuestas o llegar hasta las finales de los reputados concursos Proyecto Demo y Villa de Bilbao, la expectación en la escena independiente frente al inminente debut discográfico de los catalanes Mendetz era mucha.
Al final, eso sí, el cuarteto ha decidido usar su propio nombre para dar título a un disco que inicialmente iba a llamarse “Ultra Sex”. Y sepan que lo que van a encontrarse en los cuarenta y pocos minutos de este debut (más un corte oculto, “Maximo Truffato (Remix)” a cargo de Dj Wooky) se lo va a hacer pasar de lo lindo, conozcan o no su propuesta. No se trata de su obra definitiva, no debería, pero funciona excelentemente como debut. Sus canciones beben de todo el rock bailable actual, con The Faint en un extremo, Franz Ferdinand en el otro y Delorean cerca de casa, aunque cargando las tintas en la fórmula, algo oscura y no por ello menos dance, que descubrieron los estadounidenses (demasiado evidente, por desgracia, en “Dryness”). Al conjunto han sabido añadirle también algo de electrónica retrofuturista (se describen a si mismos como una banda de Casio punk), un puñado de trucos aprendidos de Daft Punk, Cassius o Stardust y canciones que aguantan la prueba del algodón sin problemas (“Future Sex” fue hit ya en su versión demo) y que sin duda se harán con un lugar –ganado a pulso- en nuestra actualidad aunque sea a patadas.
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