Megan
DiscosMegan Thee Stallion

Megan

7 / 10
Álex Jerez — 26-07-2024
Empresa — Hot Girl Productions

Tras el maltrato que recibió “Cobra” como single, había cierta incertidumbre y algo de miedo alrededor de los futuros pasos que pudiera dar Megan. No queríamos que todo lo bueno que había aportado este “main single” a su carrera se desvaneciera en la nada al no cumplir con las expectativas comerciales. Rezábamos para que la calidad estuviera por encima de las cifras, a pesar de tratarse de una gran figura de masas como es Megan Thee Stallion. Y fue entonces cuando llegó “HISS”, aquel himno que sirvió de banda sonora al beef con Nicki Minaj, tema que marcó la línea de todo el resto del disco y empujó en el desarrollo del que ahora ya es el tercer LP de la rapera.

“Megan” refleja una vez más la capacidad que tiene la artista de crear proyectos en los que el “todo” está muy por encima de los hilos sueltos. Muestra a una artista que, casi como una artesana, expone en el álbum su personalidad, su universo, alcanza las esferas del mainstream, arriesga dando un paso más allá en algunas piezas y sobre todo avanza firme sobre lo ya construido sin temblar ni un segundo. El nuevo disco es continuista, cierto, pero a la vez sientes que ha subido un nuevo peldaño y crecido en la dirección correcta. De ahí que nazcan en esta era balazos como “Mamushi” junto a Yuki Chiba que no ha parado de hacerse grande, sin todavía promo de apoyo, viralizándose en las redes. O que mantenga ese tenso y épico solo de guitarra sin miedo a que la tachen de “falsa rockera” en la icónica Cobra.

Aun así, también hay tiempo para marcarse un “classic Megan” con “Where Them Girls At” recurriendo de nuevo a la repetición como forma de mantra para reforzar la confianza en ella misma como artista comercial y darnos el trozo de pastel que todo el mundo espera. Cierto es que lo más interesante aparece en el álbum cuando lucha por el reconocimiento de sus barras en la industria, cuando quiere que su discurso traspase el puro entretenimiento. Y es ahí cuando, por ejemplo, recurre a los versos de Pimp C en “Paper Together” que la viuda de este le cedió tras una promesa de 2019. Tema que levanta además gritando al viento ese “please put some motherfuckin’ respect on Texas royalty” bajo la producción de Juicy J. Pero, también nos gusta mucho esa Megan que focaliza en la soledad de la fama y que es heredera de las comeduras de cabeza que narró en “Traumazine”. Por eso, “Moody Girl” con Hitkidd en la producción tiene también mucho que decir sobre una artista agotada de ser el foco y no poder confiar realmente en nadie en la vida (“Fuck all this famous shit, you gettin’ checked. Why y’all keep actin’ like I ain’t real?”) Y eso no es todo, “Megan” tiene muchas más cosas buenas como proyecto. Ese “slow hit” que es “Figueroa” en referencia a la calle de Los Ángeles, famosa por ser zona donde se ejerce la prostitución, te cala desde el inicio. El bucle de poder que sobrevuela en “Broke His Heart” sobre el sampler de “I luv it” de Jeezy y contando con Tay Keith (Drake, Travis Scott) en la producción (“That pussy broke a nigga pocket and his heart”); refleja a una Megan dura que nos gusta mucho. Cómo no se corta en ese juego para hablar de la masturbación sin prejuicios y el autocuidado que alcanza en “Down Stairs DJ”. O, por supuesto, la forma en la que saca a relucir en “Otaku Hot Girl” su pasión por el anime haciendo referencias directas a Jujutsu Kaisen y usando al doblador original en US del protagonista de la serie para la intro de la canción.

Lo peor del disco puede que sea la falta de apuesta a la hora de pintarlo todo de una forma más conceptual y evitar que parezca que todo está disperso y a veces tirado simplemente dentro del proyecto. Pero, recordemos que su predecesor era mucho más cerrado y claro, y no le funcionó como esperaba. Además, es evidente que al ser tan largo existe alguna bajada de atención en la escucha y se generen decisiones que no comprendemos como que “BOA” haya tenido el peso y reconocimiento de ser single. Pero, pese a todo, se puede decir claramente que “Megan” es una especie de buen resultado de una ecuación que suma la identidad real de Megan Thee Stallion en el presente, su buena salud como producto y el permitirse mover ficha estilísticamente cuando quiera. Es un disco con el que pretende tener la posibilidad de poder desviar el interés del proyecto hacia temáticas y sonidos muy diferentes cuando lo necesite y que esto le permita luchar por la supervivencia. Algo que, como ya hemos hablado antes, está pasando con “Mamushi” desde su lanzamiento pese a no ser un tema inicialmente pensado para contentar a su público americano más fiel.

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