Fue el poeta francés Paul Éluard el que dijo aquello de “existen otros mundos, pero están en este”. Obviamente no se refería al universo de los multiinstrumentistas Spazzfrica Ehd y Papa duPau, pero su cita encaja a la perfección con lo que estos barceloneses nos han venido ofreciendo desde hace años.
Como no es una excepción en su historial, “Megaflow” vuelve a ser un universo en si mismo, un mundo en el que van y vienen los sonidos y los estilos musicales más esquivos, acercándose a la world music para brincar en una milésima de segundo al math rock , fintar unos segundos free jazz y acabar en una oceánica isla perdida en la que todos sus amigos les están esperando para montar un sarao descomunal.
Por el camino van cayendo agradecimientos (esta vez los plantan en plena portada de su disco), bromas certeras, una meditadísima perspectiva de la improvisación y, por encima de todo, una maestría musical que dispara el diámetro de la boca de cualquier oyente a la primera escucha. Y ahora consiguiendo por primera vez que su trabajo en estudio le haga justicia a sus arrolladores directos.
Música celestial para algunos, infernal para otros, pero libre, fantástica e imaginativa a ojos de cualquiera con dos dedos de frente. Si “Megaflow” sonase veinticuatro horas en el infierno en el que todos nosotros acabaremos más pronto o más tarde, algunos estaríamos encantados de pagar por nuestros pecados como si estuviésemos en el paraíso.
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