No todo lo que bien empieza bien acaba, y sino que se lo digan a Pop Levi, que se ha marcado un disco de lo más irregular. Tras un inicio más que prometedor, con el dance pegajoso de "Strawberry Shake", se desinfla de golpe con una pieza anodina, "Motorcycle 666". Un disco lleno de altibajos, que recupera fuerza en "Rock Solid", para volver a perderla acto seguido. No obstante, muchas de las canciones están llenas de buenas ideas, aunque mal trabajadas. Temas incoherentes incluso en sí mismos, con partes destacables y odiables a partes iguales, como "Midnite Runaround" o "Records", o el destacable viaje introspectivo de Bye-Byes, que se queda como el rara-avis más rescatable de un disco, como decíamos, lleno de buenas intenciones y malas ejecuciones. Un trabajo aceptable, sí, pero claramente por debajo de sus antecesores, sobre todo en lucidez creativa.
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