Nada más, ni menos, que cuatro álbumes ya tiene en la calle esta, aún joven, DJ y productora londinense, de raíces japonesas, que hace ya once años irrumpió en la escena electrónica mundial como elefante en cacharrería, pero en positivo, y desde una apuesta emergente –rabiosamente urbana y underground– que partía del dubstep, como piedra angular de su sonido. Y es que entre tanto machiruleo electrónico imperante –en el que poco a poco, y por fin, hay más mujeres en un mundillo de pecho lobos depilados hasta las cejas– figuras como la de mayúscula talla de Maya Jane Coles se esperan como si no hubiera un mañana. Y es que sin ellas –reinando en cabinas y estudios de grabación de aquí y de allá– no lo habrá.
De este nuevo “Night Creature” ya conocíamos hasta tres sencillos –publicados de sopetón en una maniobra arriesgada– por lo que la sorpresa no ha sido del tamaño del esperado ante un trabajo de tan notable calibre. De hecho, cuando hace unos meses escuchamos la tech-popera y aterciopelada “Got Me” –con la ayuda de la antipodeña Julia Stone–; la vocoderizada, hipervitaminada y trotona “Survival Mode” y la efectista, oscura e hiperbailable “Need” ya se nos puso en la feliz pista, nunca mejor dicho, de que lo que esta artista se traía entre manos, y máquinas, era algo muy para tener en cuenta.
A lo largo de los dieciséis temas que contiene el disco, Maya Jane Coles confirma, si es que había alguna duda, de que lo suyo es la noche; de hecho, el título del trabajo la define tanto a ella, como a su sonido. Hecho desde la madrugada y para ser disfrutado, hasta su propio tuétano, devorados por las dulces vs. canallas fauces noctívagas.
Su natural querencia a los sonidos urbanos –dubstep, bass y 2step del más soterrado underground londinense– sinergiados con deep-house, cyber-techno –y aderezado con elementos góticos y queer– se ve aquí aupada por una base tech-house club que seduce, hipnotiza y hace bailar a partes iguales. Además de los singles referidos, cortes como “True Love The Grave” y “Run To You” –dos bien rematados ejercicios de pop urbano tecnificado que podrían ser la misma canción– en las que presenta la voz de Claudia Kane. Igualmente, en “Hypnotised” –uno de los pasajes más redondos de la entrega– cuenta con las eminencias vocales del berlinés Lie Ning y, por otro lado, de la nórdica Karin Park en “Light”. Por supuesto, los retumbantes, sotaneros y dubstepistas bajos XXL del tema homónimo, también merecen especial mención.
Quizá, lo mejor de este cuarto trabajo en largo formato de Maya Jane Coles, es que ella misma se lo ha guisado, bailado y comido todo. Tanto la composición de los temas, como su producción, mezcla y, hasta, su llamativo diseño cyber-manga a lo llevan su firma. Y fue creado, en casi su totalidad, a primeras horas de la mañana… Precisamente donde desemboca esa noche que tanto la extasía e inspira. Venga, bajad las persianas y que siga la fiesta.
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