Nature Always Wins
DiscosMaxïmo Park

Nature Always Wins

7 / 10
Raúl Julián — 26-02-2021
Empresa — Prolifica / [PIAS]
Género — Rock

El gran pecado de Maxïmo Park fue estrenarse con un disco intachable como ‘A Certain Trigger’ (Warp, 05), sin duda uno de los mejores debuts británicos de aquella década. La banda de Paul Smith se convertía así en abanderada del enésimo revival que aunaba trazos de post-punk con esa new wave orgullosa de la influencia dejada por artistas de línea gruesa como Wire, Magazine, The Stranglers, Elvis Costello o incluso The Jam. Tras aquella ópera prima llegó un álbum menos explosivo pero aún exitoso como ‘Our Earthly Pleasures (Warp, 07), antes de dar paso a mayoría de títulos meramente aceptables debido a su irregularidad manifiesta –‘Quicken The Heart’ (Warp, 09) o el más reciente ‘Risk To Exist’ (Daylighting, 17) serían claros ejemplos–, junto a algún que otro destello concretado sobre todo en el notable ‘Too Much Information’ (Daylighting, 14).

‘Nature Always Wins’ (21) parece el nuevo ensayo de quien sigue luchando contra el poso propio dejado hace década y media, haciendo al mismo tiempo frente a la oleada de bandas incipientes que, evidentemente y en comparación, ahora parecen más poderosas y solventes. Y es que hay cierta sensación de rendición en el que ya es octavo disco de Smith y compañía, al renunciar a la rabia de los comienzos para presentar un trabajo más volcado hacia el pop, con sintetizadores y teclados imponiéndose con frecuencia a las afiladas guitarras de antaño. El resultado es una referencia que apura sus tintes épicos y que, de nuevo, vuelve a manifestarse como un trazado sinuoso, alternando momentos destacados con piezas más bien inocuas que incitan a su colocación (en el olvido) junto a tantas otras del repertorio en cuestión. Entre los aciertos se sitúan “Baby, Sleep”, la magnífica “Versions Of You”, “Meeting Up”, el reflexivo single “Child Of The Fatlands”, “Partly Of My Making” o unas “Feelings I'm Supposed To Feel” y “I Don't Know What I'm Doing” que, además de ser puro Costello, nos remiten en esplendor a la versión clásica de Maxïmo Park. En el polo opuesto se situarían piezas tirando a anecdóticas como “Placeholder”, “Ardour”, “The Acid Remark” o una “All Of Me” que remite a The Killers.

Maxïmo Park han cambiado de formación varias veces, mutando hasta convertirse en el trío formado por el propio Paul Smith, Duncan Lloyd y Tom English. Son ellos los que regresan a una escena en la que grupos como Shame, Idles, los australianos Rolling Blackouts Coastal Fever o Fontaines D.C. parecen haber cogido el relevo de los de Newcastle en primera línea, hasta reemplazarles en esa posición que un día les perteneció. Es otro de los motivos que invita a entender ‘Nature Always Wins’ (21) como la forzosa madurez creativa de los británicos. Un paso que, en función del contenido aquí concretado, puede resultar favorecedor o incluso necesario, pero que al mismo tiempo sugiere el definitivo alejamiento del combo de sus orígenes. Aquellos nunca superados, de sombra tan alargada que parece seguir ejerciendo como una losa para un grupo que otrora fue puro nervio.

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