Artista maldito sin quererlo, algunos vimos en “La fortaleza de la soledad” el disco que podía cambiar el sino de la carrera de Antonio Galvañ. Pero, ay, nos equivocamos. A pesar de las buenas críticas recibidas y de una atención mediática superior a lo normal, Parade no salió de esa aureola de culto que le ha acompañado desde sus inicios con sus primeras referencias en Spicnic. Dicho esto, sólo cabe deshacerse en elogios ante “Materia oscura”, nueva muestra del talento del murciano. Alternando canciones en las que regresan las cajas de ritmo y las programaciones (atención con ese retorno a los orígenes que suponen las excelentes “No más roncanrol” y “El muerto despierto”), con otras de factura más clásica y orgánica en la línea de su anterior trabajo, el nuevo disco de Parade se acerca a las luminarias más rabiosamente pop de los setenta, con la ELO y Wizzard a la cabeza (“El dolor del espacio”, “Transplutonia”, “Innsmouth”, “Nunca bailo”, “Partidario del desierto”), para triunfar de forma absoluta. Por cierto, mención especial para el talento lírico de Galvañ, que más allá de sus citas cultas (el guiño a H.P. Lovecraft en “Innsmouth” se lleva la palma), es un as a la hora cuadrar versos imposibles en las estrofas de sus canciones. Carlos Berlanga estaría orgulloso de él.
Es el mejor disco español del año
lo mejor de parade y el mejor disco del año tras las decepciones de nacho vegas, Alfaro y Luque
Es un genio..
Una obra maestra
no dejo de escucharlo, me ha cautivado y casi casi secuestrado!! es genial