Supergrass vieron como el desinterés generalizado por su obra crecía tras la época dorada del brit pop, a pesar de mantenerse inquietos y sugestivos hasta el momento de su disolución. Y es ahora, casi cinco años después, cuando más se añora su personalidad dentro de la escena británica. Un talante que tiene lógica continuidad en el segundo álbum en solitario de Gaz Coombes, vocalista del grupo de Oxford, donde la madurez creativa bien entendida que ya aparecía en las últimas entregas del grupo resurge en esplendor.
La reconocible cualidad vocal de Coombes transmite elegancia, seguridad y emoción, con una interpretación poderosa y quizá más impactante que nunca. “Matador” alberga la siempre agradable sensación del reencuentro, al tiempo que muestra a un artista que da continuidad a su vena creativa con una coherente serie de canciones enfocadas en la dirección correcta.
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