Tras quince años sin publicar juntos, Martirio y Chano Domínguez se dan la mano para hacer un merecidísimo homenaje a Bola de Nieve, nombre artístico de Ignacio Villa Fernández (Guanabacoa, Cuba 1911- México D.F. 1971). La voz de Huelva en la garganta de Martirio y la armonía de la trimilenaria Cádiz en los dedos de Chano. Dos ciudades que entienden y comparten, como pocas, la cultura trasatlántica con parada en la América pos colonial.
El piano de Chano, abierto al mundo, sin concesiones, camina sin prejuicios entre el jazz, el flamenco, la copla, el bolero; la voz ecléctica de Martirio, nos asombra por su capacidad de mimetizarse en cada estilo. Son ya tres discos que ambos han realizado juntos y en este último, nos presenta la atormentada vida y obra de este músico cubano de la primera mitad del siglo XX. Temas tan universales como “Vete de mí”, “Duerme negrita”, “Se equivocó la paloma”, con letras del portuense Alberti, llega a un sublime nivel interpretativo.
Composiciones desgarradoras y descarnadas, hacen de Bola (como le llaman Martirio y Chano), uno de los referentes de la música cubana y por ende de la caribeña. Gracias a estos dos músicos del Sur, nos lo da a conocer de manera directa y extraordinaria.
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