Negative Capability

El inicio de la carrera de Marianne Faithfull, hace ya casi 55 años, estuvo marcado por la publicación del tema “As Tears Go By”, compuesto por el tándem Jagger-Richards. Todo un lujo que sin embargo, y con motivo de su atribulada relación con los integrantes de los Stones, derivaría en no pocas veces en una injusta priorización de su ámbito personal sobre el artístico. Medio siglo después de aquello, un espacio durante el que ha acumulado una veintena de discos, esta nueva referencia aparece cargada de un desbordante ánimo intimista y reflexivo, siendo las consecuencias del paso del tiempo elemento esencial a la hora de ser sometido a disección, algo que irremediablemente significa enfrentarse al desánimo y la angustia. Bajo dicho objetivo resulta de lo más comprensible la decisión de rescatar la mencionada canción iniciática -no será la única- , mostrada ahora con un espíritu mucho más crepuscular y descarnado. Una visión no únicamente aplicada a dicho ejemplo, siendo el común denominador de un álbum interpretado por la voz quebrada y otoñal de la inglesa, que si ya desde su juventud arrastraba ese tono ronco, ahora resulta de los más sobrecogedor.

Para la confección de este radicalmente emocional trabajo la selección de acompañantes no solo ha respondido al altísimo reconocimiento y nivel de sus nombres, sino por encima de todo a la capacidad que ostentan, en consonancia con sus características, para exponenciar las aspiraciones del disco. Contar con músicos del perfil de Rob Ellis o Warren Ellis, que además hacen las labores de productores, sumado a la tercera pata que representa Head, significa orientar la escolta instrumental -por otro lado protagonista por su espectacular esplendor- en la exacta dirección de ensalzar, a base de una presencia grandiosa que no grandilocuente, una de por sí profunda labor interpretativa. No menos maestría a la hora de manejar esa temblorosa intensidad atesoran Nick Cave y Ed Harcourt, aliados también por medio de unas aportaciones que, especialmente en el primero de los casos, destacarán en un campo compositivo que se esparcirá a lo largo de buena parte de los temas.

No existe en este "Negative Capability" ambientación o atuendo que se desvíe de la máxima dramática impuesta, una que en ningún momento llega a empachar por su habilidad para rastrear diversos caminos en busca del clímax. Desde la inicial “Misunderstanding”, atravesada por un angustioso sonido de cuerdas que la configura cercana a un testimonio vital, no dejarán de sucederse piezas que se muestran como sinceros y desgarradores ejercicios de introspección. Entre ellas se englobarán desde la rabia generada por los asesinatos indiscriminados sucedidos en la sala parisina Bataclan filtrada a través de “They Come at Night” -coescrita por otra mente genialmente turbulenta como es la de Mark Lanegan- hasta el bello pero melancólico romanticismo que insinúa “No Moon in Paris”. Si la aparición del líder de las “malas semillas” parece empujar a “The Gypsy Faerie Queen” hasta esa oscura majestuosidad clásica en el australiano, el prioritario papel que adquiere el piano en “Born To Live” impondrá la sobriedad como destino mientras que el críptico simbolismo dominará “Witches Song”.

Pese a la condición de estar solo incluida en la versión extendida del álbum, “Loneliest Person”, original de The Pretty Things, no es ya que resulte imposible calificarla como un relleno más o menos logrado o un regalo sin mayor trascendencia de los que suelen aparecer en este tipo de ediciones ampliadas, sino que con la adaptación realizada, a base de una escalofriante épica, asciende hasta convertirse en uno de los temas más sobresalientes del conjunto y uno de los avales más representativos de un trabajo que descubre la fórmula exacta para hacer sonar dolorosamente bellas todas esas fracturas acumuladas en el corazón.