El debut de Marem Ladson es un producto sólido sobre el que construir una carrera más que interesante. Pocas veces te encuentras con alguien tan joven que irrumpe en el panorama nacional con esa facilidad compositiva y consigue sacar a la luz matices con los que brillar con luz propia. Cierto es que resulta tremendamente difícil no compararla con sus antecesoras en lo que al folk americano desarrollado en España hablamos. Pero, aún sonando igual, hay algo en ella que le hace única.
El amor, las relaciones personales, la familia, la llegada de la madurez… Estos son los temas que, en forma de diario, atraviesan un disco que busca afianzar un sonido clásico (“Woods”) y cargarse de frescura al mismo tiempo entre guitarras o apuestas poperas que se acercan más a la edad y el bagaje de su compositora. Esa apertura amateur, junto a su hermana, con “Born” ya nos anuncia un trabajo vocal más que interesante a lo largo de todo el disco. Que, aún así, debería trabajar a futuro hasta encontrar su propia personalidad, eliminar vicios ya quemados por otras, y conseguir sonar con una identidad más marcada. Cuenta la propia artista que compuso su primera canción en sexto de primaria cuando comenzó a darse cuenta de la soledad y la falsedad que le provocaban los conflictos comunes de esa edad. En este debut nos encontramos con “For And About” como la referencia más cercana a esa época. Tema que creó a los 14 años y con el que te puedes imaginar perfectamente a una adolescente metida en su propia burbuja con una única guitarra de apoyo (“This song is for and about the most stupid boy I’ve ever known”). Algo que queda ya mucho más lejos gracias al estupendo trabajo de Juan Diego Gosálvez en la percusión (co-productor del álbum) y esa mano de Brian Hunt a la hora de producir y trabajar el género.
Entre lo más interesante del proyecto destacamos por un lado ese “All My Storms” que compuso Marem Ladson a los 15 años en US y que, junto a Carasueño, apoyándose en unos vientos, y percusión, que abrazan su voz por completo la artista ha conseguido sacarle todo el potencial que se merece. Con un “Coming Home” en el que muestra su lado más dreamy, se rodea de sintetizadores, y nos regala un tema introspectivo, sencillo, pero a la vez ambicioso que no para de crecer. Y, por supuesto, seguimos disfrutando de ese “Shades Of Blue” agresivo, guitarrero, pegadizo, que se ha convertido en el himno de su carrera y que demuestra que el futuro de la artista podría estar en desmelenarse sobre el escenario y dejar de lado la timidez.
Como carta de presentación este homónimo de Marem Ladson resume bastante bien todo su pasado y presente musical. Nos pone los dientes largos, y nos deja pensando en todo lo que puede llegar a ser en el futuro. Viendo su elasticidad a la hora de adaptarse a diversos géneros. Nos gusta pensar en una Ladson más madura rodeada de una gran riqueza instrumental, llenando de luz su música, tomando las riendas y dejando de lado ese exceso de fragilidad que no le deja despegar.
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