Crítica de 'Viva Tu' lo nuevo de Manu Chao
Discos / Manu Chao

Crítica de 'Viva Tu' lo nuevo de Manu Chao

7 / 10
Sergio Ariza — 20-09-2024
Empresa — Because Music
Género — Mestizaje

La gran pregunta que surge al escuchar “Viva Tu”, el primer disco de Manu Chao en 17 años, desde el lejano La Radiolina es ¿por qué vuelve? O, mejor dicho (Manu ha seguido sacando canciones por Internet y girando) ¿por qué ha vuelto al estudio después de tanto tiempo?

La respuesta perfecta hubiera sido que tiene algo nuevo que decir, o por lo menos en la forma de decirlo, y le apetece, que el creador de Mano Negra se ha visto inspirado por sus múltiples viajes y va a emprender un nuevo camino, uno que siguiera a la espectacular coctelera musical que fue Mano Negra o a ese cantautor de la 'world music" que conocimos con 'Clandestino'.

Era evidente que no nos íbamos a reencontrar con el Manu Chao 'patchankero' de "Puta's Fever", ahora que el hispano-francés cuenta con 60 años, ese es un Manu que hace tiempo que se perdió en estudio pero quizás se podría esperar algún cambio más con respecto de aquel díptico formado por "Clandestino" y "Próxima estación: Esperanza", que ya era básicamente el mismo disco, por lo menos, otros ritmos, otras sorpresas...

Pero no, "Viva tu" es un disco continuista con aquellos discos, ritmos sencillos basados en el reggae, la rumba, la bossa, quizás se podría decir que es un disco todavía más desnudo, más basado en las guitarras desenchufadas, con sus pequeños adornos, pero en el que no se nota ese parón de 17 años para nada y hace que podamos pensar que, quizás, la respuesta a la gran pregunta sea esa que deja caer Peter Culshaw en 'El País': "Tal vez necesite el dinero y por eso ha sacado el disco. Tiene una relación compleja y neurótica con el dinero. 'El dinero es la raíz de todos los males', dice, pero el dinero también compra la libertad, que es muy valiosa para él".

El disco comienza con "Vecinos en el mar", donde vemos al Manu más cantautor, más buenrollista en una letra sobre paz y libertad ante un mundo que se descompone, expone la tesis del disco el mar no es una frontera sino una puerta que hay que abrir, hay "la, la, las", y buenos sentimientos pero no es un comienzo demasiado esperanzador.

El disco se levanta a partir de la siguiente canción, "La Couleur du Temps" cantada en francés, y todavía más con "River Why", puro sonido "Clandestino" pero una gran canción por su cuenta, esta vez en inglés, en la que el mensaje ya no es tan esperanzador: esto no es una victoria, no es progreso, es solo un suicidio colectivo, al final mete una referencia a otra canción, otra de sus especialidades, en este caso al tema popular infantil "London Bridge is Falling Down".

La celebración del vecindario, mi patria son mis vecinos, que es el mensaje y el corazón del disco, llega con esa rumba que da título al disco "Viva Tu", un homenaje a todos los barrios del mundo, en los que desde el patio de vecinos se oyen las conversaciones y las peleas. Ese micromundo que es en el que mejor se mueve este nómada barrial.

En "Heaven’s Bad Day" comparte micro con la leyenda del country Willie Nelson y, sobre todo, con su fiel Mickey Raphael a la armónica que es el que le pone el verdadero sabor a forajido a esta canción sobre paraísos infernales o infiernos celestiales. "Tú te vas" comienza con un recitado sobre una base que remite directamente a "Je Ne T’aime plus", sobre todo cuando entra la voz de Laeti que la convierte en una de las canciones más destacadas del disco, dedicada a las ausencias de este viajero clandestino con culo de mal asiento

"Coraçáo No Mar" es pura saudade a medio camino entre Brasil y Galicia, nuevamente los viajes, los ríos y la mar, con "Cuatro calles" vuelve al barrio, aunque en el caso de Manu Chao no tiene por que ser el mismo, en este caso con un toque flamenco para una canción que lleva años tocando en vivo y es la mejor del disco, demostrando que el autor de 'Mala Vida" o "Desaparecido" sigue siendo un gran compositor.

En "La colilla" vuelve a la rumba y en "Sao Paulo Motoboy" a utilizar un ritmo muy similar al de "Bongo Bong/Je Ne T’Aime Plus" en una historia sobre los repartidores en las favelas de Sao Paulo. La verdad es que Chao podría recitar el listín telefónico sobre ese ritmo y, posiblemente, sonaría bien pero uno se queda con la impresión de que tras tantos años de parón volver a ese patrón es demasiado acomodaticio, aunque Manu pueda seguir sacándole partido. "Tom et Lola" es un pelín más original, entre la tarantela y la chanson, con el acordeón de Joan Garriga incluido.

Termina con un rayo de esperanza con ese "No estamos solos" repetido de "Tantas Tierras" y una frase para el recuerdo "Agua que mata a la muerte, no se compra con nada". Son los temas que siempre le han preocupado con la música (en solitario) que le hizo famoso. Hay dos opciones a la hora de recibirlo, la primera, más optimista es estos temas me resultan familiares, es como reencontrarse con un amigo después de mucho tiempo. La segunda, más pesimista, sería algo así como esto ya lo he escuchado y quizás no necesitábamos 17 años de espera para encontrarnos con "Clandestino III"...

No lo sé, el caso es que si te gusta Manu Chao, como es mi caso, el mundo es un poquito mejor pudiendo escuchar 13 nuevas canciones suyas después de tanto tiempo, aunque este nómada en lo vital se haya vuelto totalmente sedentario en lo musical.

 

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