Con “The Rapture” (1995) Siouxsie y sus Banshees ponían punto y final a una sobresaliente carrera de veinte años cuando la palabra “decadencia” asomaba en el horizonte. La diva se refugió en su granja del sur de Francia, de la que sólo salió para resucitar The Creatures junto a su marido Budgie y firmar puntuales colaboraciones como la que se incluyó en el “Kish Kash” de Basement Jaxx. Y el mundo del cuore sí es relevante en esta ocasión, pues parece que su reciente ruptura sentimental con el batería de los Banshees ha tenido todo que ver con la decisión de Siouxsie de volver a ponerse bajo los focos, con un disco bajo el brazo que retoma su carrera prácticamente en el mismo punto en que la dejó aparcada. En general el álbum parece un repaso a la última etapa, de “Tinderbox” en adelante, con menor presencia de los sonidos electrónicos, una mayor sobriedad en la producción -muy favorecedora: a los mandos está el técnico de Goldfrapp, uno de los casos más claros de clonación estilística que ha sufrido la Sioux- y algún guiño a los primeros Creatures, como esos vientos herederos del swing en “Here Comes The Day”. En resumidas cuentas, sin ponerse al nivel de sus discos clásicos, estamos ante un retorno más que digno.
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