Tomanda prestada, y extrapolándola al ámbito musical, aquella reflexión de Antonio Buero Vallejo en la que señalaba la necesidad también de detenerse en la observación de esos árboles acusados de impedir ver el bosque, no debemos de obviar, frente al bombardeo de ofertas al que estamos sometidos, la existencia de una escena, denominémosla, de “raíces” en Euskadi. Pese a su carácter local (en verdad pocas propuestas en la actualidad superan con facilidad fronteras) es poseedora de un nivel más que notable y de una heterogeneidad digna de mención. Precisamente en ella habrá que buscar desde ahora un nuevo hueco para el joven cuarteto Mamagigi’s.
En esta ocasión los bilbaínos hacen su presentación, en formato largo, con el disco “Black Roses”, un trabajo que expone unas canciones lo suficientemente diferenciadas como para adquirir unas prestaciones propias y singulares pero claramente a su vez cortadas todas ellas por un patrón común. Una pauta que se puede definir como la suma surgida de un respeto por los sonidos más tradicionales norteamericanos (country, western, hillbilly..) y una representación de ellos actualizada, contundente y por encima de todo desprejuiciada. Unos elementos que les llevan a interactuar necesariamente con bandas de similar formato y procedencia como The Bilbobillies, Moonshine Wagon o Dead Bronco.
No debe de resultar por lo tanto llamativo que se haga una diferenciación en el álbum entre aquellas canciones que optan por una manifestación más recogida frente a aquellas que, desde perspectivas muy variadas, liberan una faceta más heterodoxa y abierta. Un tema como el inicial “Breath”, marca la pauta en cuanto a la demostración de que no se trata de la utilización únicamente de viejos esquemas y someterlos a una agitación con más o menos gracia, sino a un gusto por insertar matices y sonoridades en esos ambientes pretéritos. Así por ejemplo en la construcción de este tema, en el que se puede citar a Johnny Cash (figura altamente presente a lo largo del disco) como a Reverend Horton Heat, juega con un curioso cambio de ritmo realmente melódico. No se privarán de apartar su lado más beodo y/o fiestero en la explícita “Beer” o en “Jackson Ballad”, ésta con un aspecto mucho más oscuro, ni de ese ramalazo punk que les proporciona la voz rasgada y huracanada de uno de sus cantantes en el tema homónimo. Más variedad encontraremos todavía si nos fijamos en que “W.I.M.B.W.I.W.S” parece resultado de la filtración de bandas del Nuevo Rock Americano y más obvio es sin duda el influjo del blues en “Ketamine”.
En esa otra parte mencionada, dedicada a composiciones que de alguna manera se pueden entender como más clásicas, aunque en verdad habría que decir simplemente presentadas bajo un género menos alterado, nos toparemos con algunos momentos realmente destacados como, sobre todo, “There Is No Hope”, donde muestran su lado más profundo y recio a base de country-rock, en esta ocasión con paralelismos más contemporáneos como los canarios Red Beard o Bob Wayne. La figura del hombre de negro de nuevo vuelve a pasearse por “Wish They Go With You”, esta vez dejando el rastro de esos ritmos tan característicos en un amable rockabilly, y es el hillbilly sobrio, sin estridencias, pero siempre cargado de su contagioso nervio, el que domina “Sheriff Let Me Go”.
Una mínima escucha, por muy superficial que sea, pone en evidencia la influencia esencial que deja en Mamagigi’s toda la iconografía relacionada con el sonido norteamericano. No solo el referido a lo instrumental, el más evidente, sino también a unos textos plagados de amores compulsivos, añoranzas que se hunden en tragos de alcohol, desesperaciones y correrías varias. Con todo ello no daría más que para una banda de intenciones revivalistas, pero este joven cuarteto toma esa enseñanzas para conformar un discurso musical propio, intenso, rotundo, divertido....logrando de esta forma llamar nuestra atención.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.