Después de la separación de La Puta Opepé, El Hermano L se plantó con sus maletas y sus ya contrastadas dotes como MC en Barcelona, a partir de entonces su base de operaciones. Se ha pasado los últimos años de aquí para allá, actuando en Sound Systems a lo largo de la geografía española, con The Ranking Soldiers y Nyabinghi Sound especialmente, acumulando una experiencia que muchos no conseguirán ni viviendo tres veces su vida y cuando ha llegado el momento de poner negro sobre blanco lo aprendido ha salido “Malo hasta el hueso”.
La lista de colaboradores es ya una crónica del viaje, del también ex Opepé El Charro de las Calaveras a Professor Angel Dust y los alicantinos Cooking Soul, de Flavio Rodríguez a Mykal Rose de Black Uhuru, y en lo musical una mezcla de hip hop, reggae, ragga y dancehall que, sin embargo, en sus manos constituye un discurso único. En realidad, su pata jamaicana ya la había destapado hace años y parece incapaz a renunciar a sus orígenes (“Puñaleros”, “Malo hasta al hueso”), y aquí demuestra una vez más ser capaz de hacer letras con inteligencia, dando donde más duele o desparramando porque sí, pero sin caer nunca en lugares comunes y cuando los ataca dándoles la vuelta (“Nenas”).
Hay dinamita en “Tan rápido”, pero es cuando se pone serio donde muestra su verdadera talla: “Lo más” y “Qué mundo” están al alcance de pocos. A cualquier otro le habría salido una cursilería o caído en el tópico inocuo. Él no sólo convence y emociona, incluso tiene más mérito teniendo en cuenta las burradas que dicen algunos en sus raps. Que tomen nota.
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