Mala Sangre
EntrevistasMinistry

Mala Sangre

Joan S. Luna — 27-05-1999
Fotografía — Archivo

MINISTRY. El mundo de la crítica musical es como una jauría de perros rabiosos.

MINISTRY. El mundo de la crítica musical es como una jauría de perros rabiosos. Esperamos un simple patinazo de un artista para apedrearle sin compasión, para enterrarle en vida y obligarle a deambular cabizbajo durante el resto de sus días por el duro mundo de la música. Con «Filth Pig», Ministry se convirtieron en el objetivo, en el enemigo a batir de centenares de periodistas musicales. Por suerte, «Dark Side Of The Spoon» vuelve a mostrarles en excelente forma dándonos de paso un inmenso corte de mangas. Paul Barker ríe desde los primeros minutos de entrevista. Seguramente, el amargado debe ser Al Jourgensen, por lo menos desde los supuestos devaneos con las drogas duras que les han alejado una buena temporada de la actualidad musical. Barker representa el cincuenta por ciento de Ministry como ente creativo (apenas un veinte por ciento del interpretativo), pero no suele ser el favorito de la prensa. Vamos, que no sabe uno por qué narices hubiese preferido hablar con su compañero. Pero querer no siempre es poder. Sólo que entrada la conversación, Barker rompe prejuicios con modestia y favoritismos con simpatía. No le hablaré de cuando conoció a su compañero en el Boston del 81, o cuando éste le produjo en Blackouts. Creo que ni siquiera voy a preguntar qué demonios les ocurrió con Bill Rieflin (sustituido por Rey Washam, ex Scratch Acid y Rapeman). De Pigface, Revolting Cocks, Lard o Pailhead tampoco hablaremos, aunque más por motivos de tiempo que por otra cosa. Ni que decir tiene que obviaremos si se metieron a aprendices de estrellones techno (corrían los tiempos de «With Sympathy» o «Twich») por la influencia directa de Depeche Mode, incluso si su mutación metálica tuvo que ver con su relación con My Life With The Thrill Kill Cult o Skinny Puppy. Lo que realmente importa es que Ministry van a publicar «Dark Side Of The Spoon», su nueva y genial obra, un disco robusto e incómodo que les retorna directamente a los grandes tiempos de «The Land Of Rape And Honey» y «The Mind Is A Terrible Thing To Taste», a aquellos más industriales y reptantes. «¡Uah! Me gusta oír eso. Realmente no es tan vivo como «Filth Pig» y supongo que, en cierta forma, hemos tendido a ir hacia atrás. En «Dark Side…» no hay palabras recitadas o voces sampleadas, aunque eso tampoco fue consciente en el disco anterior. Hemos tomado influencias de Oriente, diferentes instrumentos para hacer algo diferente. ¿Puedes imaginarnos haciendo la misma mierda una y otra vez? Puede que vendiéramos millones de discos, pero no sería nada interesante para nosotros. Los únicos parámetros que nos establecimos conscientemente antes de empezar el disco era que teníamos que hacer un disco rápido y que no íbamos a usar los samples hablados». Pues samples hablados no habrá, pero tampoco diría yo que «Dark Side…» es un álbum realmente rápido. Crudo sí es, y oscuro y pesimista también. «¡Sí, también me gusta oír eso! (risas) Bueno, lo divertido es que yo no tengo realmente esa perspectiva; yo lo veo desde dentro. Sé exactamente lo que metí dentro de ese disco, así que cuando lo escucho no puedo ser nada objetivo sobre ello. Por eso digo que me alegro de escuchar que te gusta el disco y que crees que es uno de los más oscuros. Evidentemente, en cuestión lírica es bastante claustrofóbico, pero la perspectiva es muy personal. No creo que se trate de un disco pesimista, pero puede que sí lo sea…». Sea pesimista o claustrofóbico, o lo que demonios nos pueda parecer, lo que está claro es que tres años de espera son muchos. Muchos y de difícil justificación para una banda que nos tenía tan bien acostumbrados. «Sí, han pasado tres años, lo sé… (más risas) La verdad es que escribimos un disco a finales de 1996 y empezamos a trabajarlo a principios del 97, pero parte de lo que pasó es que no estábamos muy satisfechos con el material que habíamos escrito al principio. Teníamos un disco a punto de editarse, pero no estábamos contentos con él, así que decidimos que, simplemente, íbamos a tirar esa mierda a la basura e intentar crear nuevos temas. Eso es lo que pasó y, sí, nos llevó un jodido montón de tiempo y casi nos volvemos locos. No sé realmente cómo explicarlo, pero a veces estas cosas ocurren». Coherente respuesta y, casualmente, alejada de todos esos rumores que apuntaban a graves problemas de Jourgensen con las drogas, precisamente los mismos que nos han hecho ver, dejando a un lado la broma a costa de Pink Floyd, una relación directa entre el título del disco y el supuesto infierno por el que se supone había pasado. «Fueron los medios hablando del grupo. Cuando no generamos noticias para los medios y nos mantenemos callados una temporada, todo el mundo quiere publicar algo sobre nosotros, pero, a veces, aunque me sienta orgulloso de que la gente se interese una mierda por nuestro grupo, la gente habla de cosas prematuras. Lo del título tiene que ver con que queríamos hacer algo divertido, reírnos también de nosotros y de nuestra historia con las drogas». Para finalizar, hablemos del entorno, del concepto de rock y del de industrial. Hartos estamos de la falta de propiedad de la etiqueta. Más de veinte años de historia para acabar en manos de gente como Marilyn Manson. «Existen grupos que tienen una influencia tan fuerte como la de Ministry, pero no veo eso en Marilyn Manson y por esa misma razón no les escucho. Obviamente, para bien o para mal, no escucho tampoco a grupos que hacen música parecida a la nuestra porque eso no nos inspira. Cualquiera es capaz de hacer música que sea sencillamente una copia de la música que escucha, pero lo realmente difícil es conseguir tu propia voz, tu propio estilo. Por lo que respecta al rock, no me importa si me gusta o no la música. Si escucho una música y siento que es original, que tiene su propia voz y encuentro algo particular en ello, Smashing Pumpkins sería un buen ejemplo, aprecio totalmente esa música aunque no sea realmente el tipo de música que me gusta. Es algo tan difícil de conseguir, que cuando alguien lo consigue no puedes dejar de decir ¡tío, eres tan grande! Ahora mismo… me siento como si estuviera hablando como un abuelo (risas), de repente me encuentro con un montón de grupos que están haciendo música que, de alguna manera, tiene a Ministry como influencia. Tienen éxito y creo que eso es muy bueno para el estado del rock en general, porque demuestra que está cambiando y eso es cool». Entonces, ¿consideras a Ministry una banda de industrial? «Mira, yo siempre digo que Ministry hace música pop y lo que quiero decir con eso es que nuestros temas tienen intros, estrofa, segunda estrofa, coros, puentes… existe esa estructura, esa forma de componer, pero todos esos grupos de los que estás hablando también hacen jodida música pop, esa mierda es música pop». Entiendo. Ministry estarán actuando en Festimad el día 16 de Julio, presentando «Dark Side Of The Spoon», editado por Sire/Warner.

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