Hay una suerte de leyenda urbana, que a la postre formaría parte de la broma infinita de su propio protagonista, que mantiene que Andy Kaufman fingió su muerte en 1984 y que en realidad volverá un día de estos, como si tal cosa. Es, más o menos, lo que venía a decir Michael Stipe en “Man on the Moon”, uno de los grandes clásicos de REM: “If you believe there's nothing up my sleeve, then nothing is cool” (“Si crees que no hay nada bajo mi manga, entonces nada es divertido”).
Viene esto a cuento de “Silver Crash Car”, sexto tema -y uno de los más significativos- del nuevo álbum de Majical Cloudz, en el que Devon Welsh aborda con humor y un ingenuo romanticismo la muerte soñada en un accidente de coche, mientras los flashes se disparan (en el plano musical, son los sintes y una especie de coros irreales los que sitúan la letra en su contexto). El cantante y compositor canadiense ha reconocido el anti-humor de Kaufman como una influencia directa, lo que de hecho supone un contrapeso necesario para enfrentarse a unas canciones que de nuevo vuelven a estar marcadas por la melancolía, al tiempo que en esta ocasión relativizan incluso los peores momentos: así ocurre en la despedida de “Disappeared”, en la autoafirmativa y maravillosa “Heavy” (“I am what I am”, insiste) o en el último corte del disco, “Call on me”. Ahí radica también el principal cambio respecto a “Impersonator”, el trabajo con el que Welsh y Matthew Otto se dieron a conocer en 2013, tras haber publicado antes otros cuatro discos que habían pasado bastante desapercibidos. Si entonces parecían estar hablando de alguien que descubre su identidad, ahora el relato avanza y se sitúa en el punto en el que esa identidad va dibujando el día a día del personaje de turno (el mismo que hace un par de años u otro, tampoco importa demasiado), con frecuentes paradas en el (des)amor y sus consecuencias.
Otro coche choca en “Are you alone?”, el tema, con doble referencia al “Motion Picture Soundtrack” de Radiohead. No se trata únicamente de un guiño a “Kid A”, sino de la apropiación de dos dos sus versos; de alguna forma, es el mejor ejemplo de cómo es la música de Majical Cloudz: ya no sólo cristalina, sino transparente. Se muestra en toda su intensidad, con Welsh ejerciendo de crooner electrónico -más cerca, por ejemplo, de Sam Herring (Future Islands) que de Ian Curtis- y Otto sirviendo un fondo que unas veces es planeador y otras recuerda levemente a aquello que una vez llamamos indietronica, aunque de una manera tan absolutamente personal que las etiquetas acaban siendo innecesarias. “Are you alone?” vive en el melodrama, ahora con unos cuantos momentos de luz, pero no se recrea en él; te acompaña, te arropa incluso. Un disco que se disfruta principalmente en soledad, pero que, como las grandes cosas, es necesario compartir.
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