Ghettolimpo
Discos / Mahmood

Ghettolimpo

7 / 10
Álvaro Tejada — 06-07-2021
Empresa — Universal Music
Género — Pop

Me atrevería a decir que Mahmood ha sido uno de los pocos artistas que han sacado provecho de haber participado en Eurovisión. Al menos, de los últimos años. Alessandro posicionaba a Italia en el segundo puesto en la edición de 2019 con su macrohit “Soldi”, atrayendo desde entonces los focos de toda la industria europea. Su propuesta artística encajaba a la perfección con lo que entonces se llevaba en la música: sonido pop-urbano mezclado con unos orígenes “exóticos” (en este caso, ítalo-egipcios) con los que jugar con un imaginario y un folclore. Esto le permitía abrirse paso como un artista interesante y poco común que, además, interpretaba sus canciones prácticamente en italiano. El Mal Querer se publicaba unos pocos meses antes de todo este boom. ¿Nos suena todo esto?

Sin embargo, no estoy desprestigiando la catapulta al estrellato de Mahmood, ni mucho menos. Sin alcanzar el nivel de la autora de “Malamente”, el artista ha conseguido crear una expectación más que admirable con motivo de su segundo disco, “Ghettolimpo”. “Gioventù Bruciata” fue un debut discográfico bastante digno, pero demasiado ligado a su paso por el Festival de la Canción, por lo que no dejaba entrever del todo su madurez artística. Es ahora, dos largos años después, cuando Mahmood nos muestra todo lo que ha aprendido a lo largo de la época más importante de su vida. Y se nota no solo en su música, por supuesto, sino también en un discurso social mucho mejor hilvanado. Mahmood siempre me ha parecido una figura clave dentro de la industria internacional actual porque es un hombre homosexual que tiene un éxito más que relevante. Y eso, a pesar de que parezca nivel básico de sensatez, no es lo habitual. Si no, que se lo pregunten a Lil Nas X.

Ya habíamos escuchado temas de adelanto como “Rapide”, “Zero”, “Inuyasha”, “Dorado” o “Klan”, y la verdad es que parece una estrategia lógica porque son, de lejos, los mejores del disco. El resto de canciones pasan algo más desapercibidas, si bien “Talata” (en la que canta partes en árabe) o la propia “Ghettolimpo” son sorpresas muy bienvenidas. Como suele ocurrir, quizá una buena tijera a tiempo le hubiese beneficiado a este trabajo que incluso incluye una innecesaria spanish version de la ya maravillosa “Klan”.

En cualquier caso, Mahmood construye su propio “Ghettolimpo” junto a artistas como Woodkid, Elisa, DRD, Sfera Ebbasta o Feid. La estética, tanto de la portada como de los vídeos, es de diez. En general, se trata de un disco muy contemporáneo que tiene un sonido y unas letras completamente actuales, lo que puede hacer que no perdure en el tiempo como su obra maestra. Sin embargo, es un reflejo muy fiel y acertado del mundo que ve un chico de veintiocho años en pleno 2021. Orgulloso de sus orígenes y haciendo alusiones constantes a su cultura, pero con un oído muy fino para saber lo que se está moviendo ahí fuera.

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