2018 es el año de Thou. El prolífico colectivo de Baton Rouge está de vuelta, y de qué manera, con tres EPs y un LP que suman casi tres horas de música nueva en un auténtico derroche de talento y creatividad por parte de los americanos. Desde su nacimiento en 2005, si hay algo que los caracteriza es su alto nivel de productividad, sacando 5 LPs, multitud de EPs, colaboraciones con otros grupos y un montón de versiones tan dispares como su versión de Prayer To God de Shellac o Terrible Lie de Nine Inch Nails.
A principios de mayo anunciaban la publicación de varios EPs que anticiparían la salida de su nuevo y quinto larga duración, Magus; unos EPs que debemos analizar a grandes rasgos para poder llegar a este Magus y entender su magnificencia. Cada uno de ellos en un sello distinto, y con una entidad sonora propia. El primero, The House Primordial, nos acerca a su parte más experimental, jugando con el noise y el drone; en el segundo, Inconsolable, se desnudan musicalmente hablando para ofrecernos su cara más amable con unas bonitas composiciones de corte acústico; y en el tercero, Rhea/Sylvia, nos enseñan su particular manera de entender un género tan importante para ellos como lo es el grunge, con temas como The Only Law o Deepest Sun, mostrando un juego vocal nunca antes visto en Bryan Funck y unas guitarras que evocan directamente a los noventa.
Y llegamos aMagus. Partimos de la base que es un disco complejo y en cierta manera desafiante, sus 75 minutos de duración necesitan predisposición y paciencia por parte del oyente, algo que se verá recompensado con una obra extrema en toda su concepción, y cada nueva escucha nos aportará algo diferente, descubriendo un mundo nuevo lleno de matices en cada tema que la compone. Los sonidos explorados por Thou en los tres EPs anteriores van apareciendo en pequeñas pinceladas que sumadas a su característico y potente doom/sludge consiguen llevar su sonido a un nuevo nivel, creando las mejores composiciones de toda su carrera. La influencia grunge de Rhea/Sylvia la vemos en la parte final de Inward, en los riffs de Greater Invocation of Disgust o en el lento y pesado inicio de Trascending Dualities; en los interludios abrazan su parte más experimental: el drone de The Law Which Compels, el black soterrado que se oye de fondo en My Brother Caliban o el hipnótico y tribal corte Divine Will; la sensibilidad acústica de Inconsolable aflora en partes de In the Kingdom of Meaning y The Changeling Prince o en el bonito inicio de Sovereign Self con la voz de Emily McWilliams.
Con una pulida producción el sonido en conjunto es poderoso y devastador, las guitarras de Andy Gibbs y Mathew Thudium levantan a lo largo de todo el disco infranqueables murallas de riffs con lentas progresiones y cambios de ritmo, apoyados por una sección rítmica aplastante y la rasgada y desquiciada voz de Bryan Funck. Thou con Magus han creado una obra colosal, una obra que trasciende los límites del doom y el sludge, una exquisita pieza de arte sonoro extremo. El 2018 es suyo, y el futuro también.
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