Madness retornaron el mundo de los vivos (creativamente hablando) en la misma época -finales de los 90- en la que Echo & The Bunnymen o The Go-Betweens daban fe de que las operaciones rescate no tenían por qué ser siempre estérilmente innecesarias. Desde entonces no han resuelto ninguna obra maestra, pero tampoco han manchado el currículo con rodajas dicográficas dignas de sonrojo, con lo que su papel como institución del pop británico (reverenciada por Blur, Kaiser Chiefs y tantos otros) queda salvaguardada, sin sobresaltos ni resbalones. “Can't Touch Us Now” no es una excepción, pese a que sea el primero sin Cathal “Chas Smash” Smyth, uno de sus miembros originales, y llegue tras los cuatro años de silencio transcurridos desde el notable “Oui Oui, Si Si, Ja Ja, Da Da” (2012), que mostraba también un acabado algo más permeable a otros influjos ajenos a su libro de estilo.
Suggs demuestra, especialmente en temas como “Pam The Hawk”, que sigue adscrito a la corte de letristas laureados de la ciudad de Londres, y la banda mantiene bien engrasados los goznes del pop saltarín (“Mr. Apples”), del reggae luminoso (“I Believe”), del ska (“Given The Opportunity”) y del soul de ojos azules (“You Are My Everything” o ese tributo a Amy Winehouse que es “Blackbird”). Producen viejos conocidos como Clive Langer y Liam Watson, lo que incide en la idea de franquicia tan fiable como reconocible.Tan solo cabe afearles un laxo control cualitativo (puede que no fueran necesarias 16 canciones: no todas dan el nivel) y cierto desgaste de una fórmula que tiende al huecograbado, y que hubiera requerido mayores dosis de alma en algunos pasajes.
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