De la mano de otro grande de Australia -co-produce Kim Salmon- vuelven con nuevos y renovados bríos rockeros, los únicos, los inigualables, los malditos Hoodoo Gurus. La banda de Dave Faulkner (cantante, guitarra y fundador del grupo) mostrará, sobre todo a los más jóvenes, por qué hubo un momento a primeros de los noventa -más concretamente cuando publicaron “Kinky”, su quinto disco- que estaban en boca de todos los que disfrutaban del power pop de bandas americanas como Redd Kross o The Posies. Ahora han sido unos cuantos años en el dique seco, pero quizás la repercusión de otros grupos también de las antípodas como Jet o The Vines les han animado a regresar y reivindicarse a si mismos. Y lo han hecho con un sonido crudo, en el que la base rítmica de los veteranos Grossman y Kingsmill (bajo y batería) funciona como perfecto carburador para un conjunto que bascula del rock con pelotas (“Sour Grapes”, “Song Of The Year”, “#17”) al power pop (“When you Get To California”, “The Mighty Have Fallen”, “Girls On Top”), la mezcla de ambos (“Nothing Changes My Life”, “Chop”) e incluso con un medio tiempo épico precioso como “Dead Sea”. Un disco de esos que no cambiarán el devenir de nada, pero que hará muy feliz a unos cuantos e incluso dejará aflorar más de una lagrimilla de pura nostalgia.
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