Han tenido que pasar seis años para que M.I.A. se decidiera a lanzar un nuevo álbum. Entre uno y otro ha tenido lugar, como todos sabemos, una pandemia, pero muchas más cosas más. Con la publicación de “Matangi” (13), la carrera de M.I.A. ascendía aún más tras el boom de “Paper Planes” gracias a hits atemporales como “Bad Girls”, pero es cierto que después se mantenía pendiendo de un hilo constantemente. “AIM” (16) no funcionó exactamente como se esperaba, a pesar de la reflexión social en plena crisis inmigratoria mundial con la canción “Borders”, y el fantástico documental sobre su vida personal y profesional de 2018 pasó un poco desapercibido. Entendemos que fue entonces cuando la artista británica de origen tamil cingalés se refugió en el estudio para dar a luz a lo que hoy conocemos como “MATA”, su nuevo álbum. Una colección sólida de trece canciones que, a pesar de algunos imprevistos caóticos a la hora de su lanzamiento, vuelven a situar a M.I.A. en el mapa como lo que es: una figura clave en el mundo del pop.
La música de M.I.A. no es estrictamente pop, pero su envoltorio sí. Hay que recordar que actuó en el medio tiempo de la Super Bowl junto a Madonna y que actualmente inspira a artistas vanguardistas como Travis Scott o Rosalía, con quien acaba de compartir hace escasos días un encuentro sorpresa sobre el escenario del Motomami World Tour. Ambas artistas han mostrado su admiración mutua (de hecho, la propia M.I.A. pinchaba a Rosalía en su actuación en el Primavera Sound 2022), lo que nos hace comprobar que el legado de la artista sigue vivo para otros contemporáneos. M.I.A. siempre ha representado a una mujer fuerte y luchadora, tanto dentro como fuera del estudio de grabación. Ella compone y co-produce todas sus canciones (en esta ocasión junto a pesos pesados como Skrillex, Rick Rubin, Neil Comber o el otrora esperanza del moombahton Munchi) mientras reivindica derechos sociales o pone sobre la mesa asuntos de la agenda política como las fronteras, la guerra o la pobreza.
Con “MATA”, M.I.A. ha querido reflexionar especialmente sobre el choque entre espiritualidad y ego. Según ella, un artista debe tener cierto ego para sobrevivir, pero también los pies en la tierra para tener algo que transmitir. La individualidad dentro de lo colectivo. La polisemia presente en la palabra “MATA” (en español, del verbo matar; en persa, madre; en griego, ojos; en hausa, mujer) le ha servido para ahondar en todos esos conceptos a través de su música. Bajo las siglas, “F.I.A.S.O.M.” (‘Freedom Is A State Of Mind’), M.I.A. abre el disco con una canción partida en dos que ya nos muestra a la de siempre: coros misteriosos y un sinfín de elementos sonoros que crean una especie de rave hindú.
A lo largo del álbum hay momentos más poperos como “Beep”, “The One”, “Time Traveller” o “Popular”, donde la artista habla sobre su lado más celebrity. Pero la mejor parte llega al final, con una tresena de temas que cierran de forma efectiva todo el álbum: “K.T.P. (Keep The Peace)”, donde reflexiona sobre la paz; “MATA LIFE”, con frases lapidarias sobre el mundo actual como “And when we type what we want, the Internet is lagging”; y la maravillosa “Marigold”, en la que canta que la revolución no es política sino espiritual. “Vamos a necesitar un milagro”, dice en su estribillo. Desde luego, con la que está cayendo ahí fuera, razón no le falta.
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