Contra viento y marea, en este caso contra la mirada cruel de la industria, llámese indie o no, Lisa Germano acaba de firmar un regreso de altura (cinco años han transcurrido ya desde aquel magnífico “Slide”) que sentencia y subraya con fuerza su descomunal talento para el pop de autor.
A diferencia de sus últimos discos, “Lullaby For Liquid Pig” renuncia a una producción cuidada porque las canciones, esta vez sí, hablan por sí mismas: su capacidad emotiva y su contingente melódico necesitan de cierta sencillez y esencia lo-fi para conferirse a sí mismas más peso y valor epidérmico. Con el apoyo de Johnny Marr, Butch Norton (batería de Eels) y otros músicos de prestigio, Germano reconduce o, mejor dicho, renace de sus propias cenizas con su disco más cercano y conmovedor: poco más de treinta minutos de pop-folk en estado de shock que en algunos momentos (“Pearls”, el tema titular o “Into The Night”) se pasean por los límites de la perfección. Ya mismo, uno de los comebacks más importantes de los últimos años y, por supuesto, obra a tener en cuenta en las listas de lo mejor de 2003.
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