La escena psicodélica nacional no ha vuelto a ser lo mismo desde que Schwarz anunciaron su marcha. Los murcianos dejaron un hueco que, por fortuna, ahora podrían llegar a ocupar Lüger, con un primer disco que también ha sido registrado en los estudios de Paco Loco y que transita por similares parajes de exotismo espacial. Son siete piezas en las que predomina lo instrumental, que muestran una tendencia casi constante a la ingravidez -esa larga intro que es “Spotted Introspective Female Firecracker”, purito Spectrum…- y a las que clavetea al suelo el motorik rítmico que Klaus Dinger patentara para sus Neu!, aquí todavía más pasado de BPM’s, nervioso, anfetamínico, lanzando al galope a una banda que pide guerra a golpe limpio de fuzz. Siete temas de evidente regusto nostálgico -no en vano Diego Veiga, principal culpable de la existencia de Lüger, cuenta con un amplio currículo revivalista a sus espaldas, paso por las filas de Deluxe y Jet Lag incluído- que sin embargo transitan por terrenos casi vírgenes por estos pagos. En lo que ya es un pequeño hito dentro de la minúscula historia del rock ácido nacional.
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