Stories From A Rock & Roll Heart

Lucinda Williams no tiene ya nada que demostrar, a sus setenta años es de los nombres más importantes de eso que se dio en conocer como americana, aunque ella tenga claro que su corazón pertenece al rock & roll. Su decimosexto disco, “Stories From A Rock & Roll Heart”, es una oda al género que le hizo coger una guitarra eléctrica por primera vez. Un disco de rock & roll sobre la vida del rock & roll, con sus altos y bajos, sus revelaciones y sus tonterías, un disco sobre un género que solía salvar vidas y que, gracias a trabajos como este, se niega a ser visto simplemente como una reliquia del pasado.

La voz de Lucinda suena ajada y gastada, las secuelas del ictus no han pasado del todo, pero suena apasionada y perfecta en su imperfección, el disco comienza con una declaración de intenciones, Lucinda quiere volver a juntar a la banda e irse de gira, musicalmente vuelve a la raíz principal: los “Chuck Berry Fields Forever” de los que han salido géneros enteros, los guitarristas juegan a ser los Stones, el organista logra que su instrumento eche humo y Lucinda pone a Dylan y a Springsteen a todo volumen. Y como por arte de magia el “Boss” se hace cuerpo presente en la segunda canción, otro gran tema en el que el autor de “Born To Run” le hace unos sentidos coros a Lucinda mientras esta sueña con su gran regreso a Nueva York, en otra gran canción que redondea uno de los inicios más roqueros de la carrera de Williams.

Pero esto no sería un disco de Lucinda Williams si esta no nos rompiera alguna vez el corazón, eso es lo que hace con “Last Call For The Truth”. Dame una canción más para cantar en alto, dame un pequeño atisbo de mi juventud perdida y espero que permanezcas para siempre joven. “Jukebox” es el primer tema acústico del disco, otra preciosidad en la que Lucinda se va a curarse la soledad a su bar favorito mientras suenan Patsy Cline y Muddy Waters en el Jukebox.

Pero el volumen se vuelve a subir con "Stolen Moments", un tema que suena al Springsteen más épico, sobre todo en un estribillo de esos para cantar en alto, nuevamente hay un grandísimo trabajo por parte de una banda de lujo, con un gran trabajo en la guitarra slide. “Rock & Roll Heart” es, aunque suene a obviedad, el corazón del disco, esta es la canción sobre la llamada del rock & roll, ese momento en el que escuchabas algo que te cambiaba la vida y decidías que no había otra cosa que quisieras hacer. No hace falta ser muy listo, pero si la música resuena en ti, es una llamada que no se puede rechazar. A pesar de estar cantada por dos estrellas como Lucinda Williams y Bruce Springsteen, parece dedicada para todos aquellos que recibieron la llamada pero no lo consiguieron.

"This Is Not Muy Town" es una afilada muestra de rockabilly y blues rock, con un estribillo liberador. Luego "Hum's Liquor" es una mirada a la cara B de la vida del rock & roll, a la de aquellos que acaban destruidos por la misma, como Bob Stinson de los Replacements, yendo todas las mañanas a la licorería para seguir bebiéndose todos sus demonios.

En "Where The Song Will Find Me" Lucinda habla de los momentos en los que le llega la inspiración y las canciones. Como ella misma dice, no hay que preocuparse mucho, las canciones siempre la acaban encontrando. Y el disco llega a su conclusión con su tesis, "Never Gonna Fade Away", Lucinda está mayor y cansada pero no piensa desvanecerse, cuando has recibido la llamada es hasta el final, no hace falta morir joven y dejar un bonito cadáver, se puede mantener un espíritu indomable hasta el final, y eso es algo que tiene Lucinda Williams que, con setenta años y muchas heridas en el cuerpo y el corazón, tiene clara una cosa: “hey, hey, el rock & roll no puede morir”. No mientras haya gente dispuesta a seguir la llamada con las botas puestas hasta el final.