A The Chemical Brothers o Daft Punk -una referencia inevitable siempre que sale a colación el nombre de Ratatat- contar con un sonido plenamente reconocible les otorga personalidad y respeto. Son grandes nombres, nombres de referencia... Con el dúo de Nueva York sucede algo similar pero el efecto es justamente el contrario: al no despegarse de un status de culto, les demandamos casi desde su nacimiento que se movieran de su casilla. Y, frente la opinión mayoritaria, doy fe que no han parado de hacerlo: si “Classics” supuso la perfección de la fórmula que les sirvió de debut -ritmos electro y hip hop ribeteados por guitarras incisivas en un aplastante ejercicio de psicodelia dance-, “LP3” buscó nuevas direcciones levantando el pie del acelerador en pos de medios tiempos y nuevas estructuras. Y ahora este “LP4” explota esa senda explorando las múltiples posibilidades que les ofrece incorporar nuevos instrumentos: el cuarteto de cuerda que aparece en diferentes momentos del disco, las excusiones étnicas a la India (“Bob Gandhi”) y los Balcanes (“Bare Feast”) o el pseudo dub de “Grape Juice City”. ¿Inmovilistas? No. Que me sigo quedando con los originales…
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