Tres años después de su última entrega, “Double Negative” (Sub Pop, 18), y convertidos desde hace mucho en incuestionable banda de culto, Low lanzan un nuevo trabajo, concretamente el que es decimotercero de su discografía. La presente obra no es sino una continuación lógica del mencionado antecesor, en la que el ahora dúo formado por Alan Sparhawk & Mimi Parker apura esas preferencias asfixiantes y de evidente aspereza sonora que plasmaron a su antojo en el título señalado.
“Hey What” es un disco tan claustrofóbico como por momentos etéreo, que puede adquirir tintes industriales o incluir trazos de shoegaze, krautrock o pasajes ambientales con idéntica naturalidad, a lo largo de un interrumpido desaliento que, narrado en primera persona, trasciende a los autores hasta alcanzar de pleno al oyente. Un proceso de diez pasos, cargado de miedos y angustia que, sin embargo y en asombroso contraste, filtra en paralelo amplias dosis de ese tipo de extraña belleza que el combo maneja en propiedad. Este es un álbum pensando en diferentes tonalidades de blanco y negro –la portada no es casualidad y resulta de una coherencia clarividente–, con multitud de discordancias, pero en dónde las diferentes manifestaciones de la misma personalidad lucen con idéntica convicción y brutal intensidad. Una tesitura que, en la práctica, supone ese noqueo definitivo de un receptor atrapado entre el enigma y lo hipnótico.
En el presente decálogo hay distorsión y ruido, pero también delicadeza y una calidez mística, casi religiosa, cuyo origen resulta complicado focalizar. Es así como ese trazo principal, que viene marcado por la rugosidad de las canciones, ampara al mismo tiempo los cantos balsámicos (más agónicos que en ocasiones anteriores, eso sí) de la propia Parker. Una secuencia que se abre con una llamada de atención tan poderosa como es “White Horses”, y que no pierde vigor en otras piezas como “I Can Wait”, las emocionantes “Disappearing” y “Don't Walk Away”, el single “Days Like These”, la extensa “Hey” acercándose al dream-pop, “All Night”, o la directa “More”. Como cierre ejerce un tema tan apropiado como “The Price You Pay (It Must Be Wearing Off)”, con sus siete minutos extendiéndose imparables hacia lo que parece ser ese final inevitable, fatal pero casi épico.
Low se afianzan con “Hey What” en esa senda estriada y de complicado preciosismo que habían afrontando con convicción en su elepé previo, creando con sus nuevas canciones una llamada caótica y desconcertante a la que resulta complicado no responder. Cincuenta minutos que bien podrían ser banda sonora de un mundo distópico y condenado, a través de un canto de sirena arrebatador y sincero que parece catalizar toda aquella amargura vivida los últimos meses. En Minnesota, o en cualquier otro lugar de este planeta llamado Tierra.
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