Pocos primeros largos empiezan con un estribillo tan incontestable como el de “Good Dancers”. Y es que L. Steel, el músico australiano que se esconde bajo el sobrenombre de The Sleepy Jackson, parece tener muy claro lo que busca. No en vano, una vez conseguido este efecto pegadizo del primer corte, evita por todos los medios que el empeño caiga en saco roto. ¿Cómo lo hace? Pues con un don especial para las melodías pegadizas y una extraordinaria capacidad para aderezar temas clásicos de rock y de pop con producciones ligeramente bailables. Diría que la fórmula –quizás por el tono ochentero de la mayoría de estribillos- es similar a la que utilizaron The Dandy Warhols en “Welcome To The Monkey House” y que, también diría, que les ha funcionado. Sin embargo, no estamos hablando tan sólo de una secuencia de estribillos resultones. The Sleepy Jackson son algo más. Además de un evidente toque australiano –ahí están los ecos de Crowded House- son destacables los esfuerzos psicodélicos rollo George Harrison, el dream pop que sobrevuela la grabación o los medios tiempos americanizados que pueblan el minutaje del disco. En cualquier caso, “Lovers” es un agradable descubrimiento que podrías, pero no deberías perderte.
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