Si apenas seis meses atrás alguien me hubiera dicho que nombres clásicos como los de The Band, John Lennon o Grateful Dead iban a aparecer en una de mis reseñas, aunque fuese como meros referentes, lo más posible es que se hubiese llevado un corte de mangas por respuesta.
Pero aquí los tienen, y sin despecho. Los culpables son Akron/Family y su magistral “Love Is Simple”, producido por Andrew Weiss (Rollins Band) y una obra deudora de la paleta estilística de aquellos. El cuarteto de New York hace trizas los arquetipos del rock clásico y psicodélico para levantar sobre sus escombros una propuesta que apasiona de principio a fin, dando como resultado la mejor obra de estos amigos de Michael Gira y uno de los grandes momentos de la independencia en este ejercicio que va quedando atrás. Y es que su espectro es vasto, combinando su controvertida modernidad (no gozan del beneplácito cool del que sí se aprovechan Animal Collective) con un evidente espíritu redneck, una religiosidad muy terrenal y una exaltación entre cínica y sinceramente hippie del amor, la amistad y la universalidad de los sentimientos (esos coros indígenas que parecen clamar a la madre tierra y el padre cielo por una buena cosecha o unos días más de lluvia). Nunca antes habían demostrado disfrutar tanto y tanto (dejando a un lado los divertidísimos directos de su última gira) como en “Ed Is A Portal”, “I’ve Got Some Friends” o atizándole a las percusiones en “Lake Song/New Ceremonial Music For Moms”.
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