2030

Si en “Enchastre” (18) vivimos una bacanal de estilos diferentes pero definidos en cada una de las once canciones que conformaban el disco, en “2030” Louta rompe definitivamente el molde y presenta un proyecto artístico ecléctico, explosivo y muy sólido, combinando estilos urbanos como el trap, el pop o el reggaetón. La experimentación en sus anteriores trabajos ha dado paso a la madurez artística. Hecho enteramente en el confinamiento, tanto en la creación como en la producción, el álbum ha sido producido por Visitante, ex-Calle 13, además de contar con las colaboraciones de Alizzz, Nico Cotton (Nicki Nicole, Wos), Orodembow (Duki, Ysy A) y Mauro De Tommaso (Nicki Nicole). La convivencia orgánica entre estilos como el dembow, el trap, el rap, la electrónica y ritmos latinos a lo largo de los diez temas del disco adquiere un nuevo sentido cuando va de la mano de productores tan prestigiosos que dominan los diferentes géneros.

¿Seguirá Louta con su look de camisas pastel y polos nerd, pantalones de vestir y pelo engominado, y con sus puestas en escena teatrales en los shows online que ha preparado para presentar el disco? La estética del arte de la carátula del disco, del fotógrafo Kyle Berger, así como el videoclip para “Ámame”, dirigido por J. P. Bonino, sugieren que sí: lo performático de su personaje sigue y la parte visual continúa siendo cuidada hasta el último detalle. En esta canción, Louta habla del amor visceral mientras llega a la cima de diversas montañas a través de Google Earth siendo un muñeco en 3D. Las letras, contundentes y descriptivas, siguen la trayectoria de sus anteriores trabajos: las relaciones amorosas en tiempos actuales –“Ámame”, “Alto Visto”, “No me estás haciendo un favor” – y la crítica social –“Argentina” – son la base de su música. Precisamente, esta última canción pone de manifiesto la pobreza estructural que padece su país –el 35,5% de la población argentina está en la pobreza, según datos de abril de 2020– con versos punzantes como “difícil pensar en frío sin heladera”.

Del reggaetón al trap, pasando por bases raperas y notas pop, rock y funk. Louta no se ciñe a ningún estilo definido y, a la vez, gusta de todos para crear sus melodías propias. El nombre del disco, “2030”, parece hacer justicia a su base creativa: cuando pocos apostaban por ser eclécticos y se centraban en un solo estilo, en sus discos anteriores Louta ya experimentaba con todo tipo de géneros, desde la cumbia argentina hasta el funk brasileño. Puede que en una década las fronteras en los géneros sean todavía más difusas que ahora. Para entonces, Louta ya cumplirá más de diez años de haberse convertido en uno de los artistas latinoamericanos más brillantes de su tiempo.