Let's Get Lost

Pau Roca (La Habitación Roja) y RJ Sinclair (Tokyo Sex Destruction) subliman, en su álbum de debut, el filtro de una nostalgia que no se recrea en las exequias por un culto ya inanimado. Más bien abunda en una inteligente revitalización que, sin negar -ni mucho menos- sus filiaciones, perfila un lifting sonoro con visos de renovada contemporaneidad. Tras un puñado de singles y EPs desperdigados por varios sellos foráneos y giras que les han llevado por Europa y EEUU, las diez canciones que proponen en “Let's Get Lost” participan de los modismos de la generación C-86 y del primer shoegaze, pero lo hacen con un pálpito tan equilibrado entre guitarras nebulosas y cenefas electrónicas (esos sintetizadores tan livianos) que lo que consiguen, primordialmente, es escapar de la sombra del estéril ejercicio de estilo. Pero también seducen merced a la forma en la que pasan por su tamiz la bruma de melodías desarmantes, de una belleza tan prístina ante la que solo cabe rendirse.

La brisa sunshine pop de “Just Let Go”, por ejemplo, retrotrae a aquellos tiempos en los que cualquier banda que se preciase de indie orientaba su retrovisor a los Byrds en lugar de a los Beatles. “Go For The Round” remite a la lisergia madchesteriana menos aparatosa, mientras que “Going Nowhere” invoca a los mejores New Order. Pero hay mucho más: el candor que irradian “She's Over Guitars”, “Mexican Flag” o “Amanda & Grant” obedecen también a ese canon que beatifica la independencia más eminente de finales de los 80 y primeros 90, pero su ensoñador temperamento las eleva bien alto, a cotas de ingrávida distinción. Si las hubieran firmado The Pains Of Being Pure At Heart o The Radio Dept., teníamos hype para rato. Por si no fuera suficiente, el brote sytnh pop de “For Real” o esos aires de soterrada bossa que emiten “Unexpected Acts”, su broche final, ensanchan su horizonte y demandan con hechos -y no con la simple retórica promocional- que Lost Tapes sean acogidos como mucho más que un pasatiempo paralelo con el que matar los periodos de barbecho que deparan sus respectivas bandas nodriza.