Antes de que el post-punk y el darkwave volvieran a ser, sorprendentemente, un lugar común para tantas bandas de nueva generación, algunos pioneros de la escena gótica barcelonesa ya se anticiparon en su momento a este resurgir, viendo venir que tarde o temprano las cajas de ritmo más oscuras y las cadencias minimalistas más tétricas volverían a reconquistar su pertinente lugar en el podio. Entre estos nombres de veteranía imperecedera y talento incesante aflora la figura de Raúl López, artesano del beat más industrial y alma máter del proyecto Comando Suzie, el cual, y tras su fichaje por El Genio Equivocado en 2020 para la publicación de su “Corazón o Plomo”, regresa en este 2023 con un EP de seis canciones que sintetizan con brevedad y puntería lo mejor de su sonido de siempre: “Los Últimos Golpes”.
Con bastante tino nos alcanzan precisamente estos seis impactos inmediatos, advirtiéndonos de cómo ese bagaje acumulado por Raúl a lo largo de los años logra eclosionar perfectamente en un formato directo y al pie, donde se nos muestra de forma clara y concisa lo que el sonido de Comando Suzie ha supuesto en estas casi dos décadas de existencia. Un tono con dejes de antaño, que no lucha por sonar actual ni disfrazarse de lo que no es y que evoluciona a través de letras humanas y próximas al desaliento (“Tiene 20 años, está deprimido / Se queda en la cama, suenan Human Tetris y Motorama”), fielmente deudoras de un presente reciente que nos ha marcado a tantos (“Quiere ir a un concierto con su nueva novia / no están vacunados, buscan pasaporte, siente clautrofobia”, continúa cantando en el corte de apertura, “Marea Negra”) y sostenidas en el espacio y en el tiempo por la inquietante voz de López, atonal e impasible a lo largo de su narración apocalíptica y sombría.
El lúgubre barniz de su relato no es óbice para que también se termine colando en el mismo la fina ironía de este artista de Terrassa, siempre atento a bajar a la cotidianidad más de andar por casa el valor de su verbo: “Llevas un chándal Adidas, te queda bonito, la camiseta de Dorian del último disco”, canta en la peculiar “La Chica del Chándal”; la cual, de alguna forma, le cede el testigo a la no menos sórdida “Mistress”, cuyo estribillo a dúo con los coros de Eva Grace se convierte en uno de los más destacables picos del EP: “Todo el dolor que podría sentir ya lo siento y el amor y el placer ni te cuento”. Otro de esos highlights, sin duda, es la oportunidad de disfrutar de diversas desviaciones en la instrumentación de sus cortes, a cargo de los punteos de Èric Palaudàries, quien pasa de ese sonido contundente e industrial del comienzo del EP a un dreampop más amable y luminoso, en ocasiones del todo ideal para enmarcar el idealismo romántico de las letras (“Otra Vida”).
No obstante, por encima de todo, gobiernan esas aptitudes relatoras de su vocalista, quien es capaz de envolvernos en tan solo seis canciones con la dinámica y crudeza de una crónica de amor y costumbre, enmarcada entre tubulares guiños de sonido techno y sensuales reminiscencias a “Vivir Su Vida” de Godard. Un romancero discreto pero disfrutable que continúa recordándonos con éxito el reivindicable y vigente registro de López.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.