Una de las sorpresas que ha traído este 2022 ha sido volver a ver colgarse los instrumentos a unos viejos conocidos de la escena donostiarra. Bajo el nombre de Los Sanchos se encuentran Iñigo Sánchez, Rubén Ramos, Juan P. Egaña y Manu Collado, procedentes de formaciones como Cohen, Hyedra o All Became Dust, por citar algunas. Tras dos sugerentes adelantos que vieron la luz durante el verano, a mediados de octubre hacían pública su primera referencia larga con el título de “Escaso Entusiasmo”. Un ejercicio de reflexión personal a corazón abierto lleno de desilusión, desgana y emoción.
“Escaso Entusiasmo” emana un regustillo emo desde los primeros arpegios solitarios del corte que da inicio al disco y se reafirma como tal una vez entra la parte vocal. Y es que quizá sea esta la protagonista de los 8 temas que conforman el trabajo debut. Una voz desencantada y peculiar, unas veces dulce y otras, rabiosa. La primera vez que escuchamos a Ruben cantar en un castellano perfectamente entendible, con una intención clara: emitir un mensaje que se convierta en el hilo conductor del disco. Más relevante el trasfondo de sus letras que el continente del mismo. Algo así como un audio-libro musical que busca transmitir y hacer reflexionar al oyente, mediante historias en las que muchos podríamos vernos perfectamente reflejados.
Letras autobiográficas sencillas y sinceras, sin metáforas complejas. Desilusión, desgana, cansancio y falta de motivación. Se habla de dudas, de un “futuro incierto”, de no saber si la inspiración a la hora de crear ya se ha esfumado. Ese descontento perpetuo y esa exigencia autoimpuesta tras mirar el entorno y comparar con lo propio. Infinidad de referencias a situaciones comunes que definen una etapa vital. Y todo ello sobre un ejercicio melódico sobresaliente. Con dos guitarras perfectamente armonizadas, que ejecutan con mucho mimo y hacen bonito un disco que habla de desesperanza, incertidumbre y dudas.
Difícil destacar en el aspecto musical en un disco con una presencia casi continua y con tanto protagonismo de la parte vocal. Algo que consiguen con éxito canciones como “No se muy bien cómo caer aquí” o la citada “Futuro incierto” que nos traen inmediatamente a la cabeza a unos cercanos Cala Vento, con un brillo más esperanzador. En el lado opuesto nos encontramos otras como “Ruido de fondo” o “El desengaño” donde el cuarteto descarga toda su energía con rabia. Broche final y despedida con las melodías pop de “Solo Carne”, uno de los temas que fácilmente podrían haber servido de single de presentación o hit por lo cercano que se siente su estribillo, lo fácil que se te queda impregnado en el cerebro y lo importante de su mensaje crítico.
“Escaso entusiasmo” fue grabado en los Gaztain Estudioak (Ezpalak, Madeleine, Grises...), corriendo el diseño e imagen del mismo a cargo de Aise Studio. Ocho canciones que autoedita el cuarteo donostiarra en un vinilo edición limitada en colaboración con Navalla Discos y Mise En Scène Productions.
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