Siempre me ha sorprendido que los Mambo Jambo fueran capaces de transmitir a sus discos lo incendiario de su directo. Pero lo han hecho religiosamente y vuelven a hacerlo. La necesidad de experimentar cosas nuevas y ampliar horizontes (sin pasarse, que nadie sufra) les han hecho a largarse a Euskadi a grabar este disco y a contar con la sorprendente producción de Jairo “Depedro” Zavala. Y la cosa funciona. Vaya si funciona. Me atrevería a decir que Zavala, acostumbrado a otro tipo de producciones, ha optado aquí por apostar por los temas en conjunto, sin que estos se convirtieran en momentos para el esplendor de uno u otro instrumento.
Las siempre espléndidas composiciones suenan más que nunca como un todo, con un sonido compacto en el que cada instrumentista aporta su magia. Y así salen otra vez del estudio con un magnífico disco bajo el brazo ¿Les he dicho alguna vez que los grupos instrumentales no me gustan? Pues Mambo Jambo me vuelven loco.
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