Supernova
DiscosLos Graves

Supernova

8 / 10
Josetxo Rio Rojo — 11-12-2015
Empresa — Autoeditado
Género — Rock

Comienza “Supernova” al ritmo trotón de guitarras que entre aromas a surf y desierto encaran los sonidos que alargaron los horizontes americanos. No olvidemos que California aúna ambas arenas, la besada por la playa y la mojada por el sudor de las espaldas que tratan de cruzar la frontera. Pero el reverb, la voz y el espíritu de la canción indican ese aire a garage, a rock’n’roll ensuciado con la sabiduría del que conoce el camino porque lo ha recorrido a ciegas durante cientos y cientos de sueños. Cuando comienza “Revenge is all around”, es el rock campero el que se impone. Y cuando unos minutos después es el desaliño mental y el arañazo físico de “Heat” el que toma los surcos, con ese aire tan indescifrablemente cercano a postulados recorridos hoy en día por Kurt Vile, comienzas a ser consciente que Los Graves no esquivan las curvas del camino, sino que se solazan en cada meandro, en cada recodo de lo que ellos también soñaron.

Y es que todo el disco, las diez canciones que conforman este “Supernova” no solo predisponen a escuchar a una banda con unos gustos e influencias deliciosas, sino a una banda de esas capaces de soportar su propia personalidad en cada acorde, en cada ritmo y melodía, en cada inflexión vocal de un Ruperto Mendiry con las tonalidades de los clásicos. Junto a la batería de Pablo Gimeno y el bajo de Iñigo Ocariz, y con el bagaje a sus espaldas que suponen bandas como Los Supermirafioris, Super Big Mama o colaboraciones diversas de postín, son capaces de saltar a la yugular del power-pop con una melodía como la que sustenta “Mirror in love”, que además bebe sabrosamente de la más directa Velvet Underground, como justo contrapunto a la cabalgada arrastrada de la canción que da título al disco, un cara a cara en francés, casi recitado, entre ellos y la voz femenina de Cristina Martínez, de El Columpio Asesino. Ambiente de puros años sesenta en el país vecino y vuelta a soñar esta vez con Gainsbourg y Birkin.

Esa colaboración de Cristina Martínez, la producción de Dani Ulecia, o los estudios Color Hits de Iñigo Cabezafuego donde se grabó el disco, no hace más que reafirmar una personalidad que marca territorio propio aún colaborando con entes creativos alejados de su propuesta. Pero es que este “Supernova” es uno de los trabajos más frescos nacido de los garajes del rock durante este año. Así no es extraño que aúne intereses diversos.

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