Completamente ajenos a las corrientes de moda y solo cerca de la extravagancia genial y con enjundia de Joe Crepúsculo y Hidrogenesse, Los Ganglios siguen ampliando su discografía con obras donde la palabra punk y el concepto del hazlo tú mismo mantienen su significado primigenio intacto. Estos quijotes del electro-punk patrio liderados por Xoxé Tétano y Rafael Filete entregan con “Leyenda negra” –financiado por sus fans a través de Verkami– un disco en el que se muestran más belicosos y ocurrentes que nunca. “La última palabra”, un dardo envenenado contra los talents shows televisivos de cocina, marca el tono de un álbum dividido en dos partes de manera consciente: una cara A en la que dan rienda suelta a su rave electrónica costumbrista, y una cara B en la que dominan las guitarras y el punk en miniatura.
En “Leyenda negra”, el disco más crudo y directo de Los Ganglios –se nota que una parte está grabada en los estudios Ultramarinos de Santi García–, los catalanes aumentan su lista de himnos rarunos cargados de mala leche: “Misógino ultracatólico”, desde ya un clásico moderno que debería sonar a todo volumen en las oficinas de la Cope y de Vox, o la raver “Passeig de Gràcia” y su grito de guerra “El Passeig de Gràcia es un estercolero”, digno de La Banda Trapera del Río. Ahora bien, los de Barcelona también se atreven con temas más pop, ahí está los sintetizadores melosos de “Sailor Moon” (los juegos de palabras a costa del manga japonés son hilarantes) o los aires tropicales de “Sácamelo” (un sainete a lo Escenas de Matrimonio en clave retorcida).
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