El combo impulsado por la dupla Krahe/Pardo lleva unos años instalado en un punto de madurez ideal al que se suman (ya sin vuelta atrás) altas dosis de osadía y curiosidad. Un escándalo para los puristas del género pero la mejor de la señales cuando de aportar algo que valga la pena se trata. Y de señales va la cosa, pues al contrario de lo que sucedía en Adios Sancho, álbum de intención conceptual basado en la idiosincrasia castellana, Señales de humo dispara en varias direcciones sin miedo a abarcar mucho pero apretar poco. Como una demostración de poderío.
Los Coronas vuelven tras un tiempo de reposo poco habitual para entregar un disco doble que recapitula todos los frentes abiertos hasta la fecha. Partiendo del obvio surf rock instrumental y sin dejar de aplicar esa capa de marcado carácter cinematográfico y fronterizo que ya forma parte de su ADN (Mulas huyendo de una hostia consagrada, solo el título ya lo vale), la banda se acerca cada vez más desprejuiciada tanto a los sonidos castizos como a la música balcánica, latina (maravillosa apertura con Tono Viejo junto a miembros de Orkesta Mendoza) ¡e incluso disco!
Nada sobra si pasa sus rigurosos controles de calidad, ni los relatos sonoros de ciencia ficción (Error 404). Y si la escena muere, como nos insiste Fernando Pardo al final de cada concierto, por qué no morir matando y publicar un vinilo doble. Los Coronas cierran el círculo con su álbum más valiente, heterogéneo y desenfadado.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.