Look Inside Now!

Cuando curras en una revista aprendes a revestirte con una gruesa capa de cinismo e incredulidad. Managers, editoriales, sellos y grupos utilizan mútiples vías para intentar convencerte que lo que llevan entre manos es el más absoluto de los bombazos y, francamente, la mayoría de las veces les ciega el entusiasmo más que la posibilidad de negocio. Pero esta vez no.

Cuando curras en una revista aprendes a revestirte con una gruesa capa de cinismo e incredulidad. Managers, editoriales, sellos y grupos utilizan mútiples vías para intentar convencerte que lo que llevan entre manos es el más absoluto de los bombazos y, francamente, la mayoría de las veces les ciega el entusiasmo más que la posibilidad de negocio. Pero esta vez no. Esta vez lo que tenemos entre manos es una realidad como la copa de un pino. Una banda española que canta en inglés y se desenvuelve en compases de buen garage-soul con un desparpajo y una eficacia que tira de espaldas. Los que han tenido el placer de verles en directo ya saben de qué hablo y si su primer disco ya hacía entrever las buenas maneras que atesoraban, este los catapulta a un estatus nuevo. Ese por el cual se pueden codear a base de grandes canciones, con combos internacionales de similares características. Y si fuimos capaces de volvernos locos con una panda de suecos llamados Mando Diao ¿Por qué no pueden volverse majaras los suecos con esta panda llamada The Right Ons?. Al fin y al cabo que les haya producido y prestado su apoyo Ed Yaluskas y Matt Beaudoin (Eli “Paperboy” Reed) no debería caer en saco roto. Como tampoco debería hacerlo la espectacular aportación vocal de Lisa Kekaula de The Bellrays en “Why Don’t You Break My Heart Now?”. ¿Qué es lo que hace a esta banda tan especial? Pues ni más ni menos que canciones de la efectividad de un medio tiempo como “A Subtle Hint”, el fresco desparpajo de “Thanks”, el sonido Motown (pandereta incluída) de ese himno que es “That’s New York”, el riff inicial a lo “Black Is Black” de “The Right Song”, el toque negroide puro “James Brown on acid” de “Come Running” o el solo de guitarra de la espectacular “Take It Easy”. Desde Atom Rhumba que no lo veía tan claro.