Lonerism

Geniecillo habemus. Kevin Parker toma el relevo de Noah Lennox o Bradford Cox como la mente más calenturienta de la actual escena psicodélica internacional y, armado con un pantone cromático de posibilidades múltiples, ha levantado un disco que recupera al “Sgt Peppers” (él prefiere señalar a Todd Rungren como su principal inspirador) sin dejar de sonar rabiosamente contemporáneo. Si nos introducimos en la intrahistoria del segundo disco de la banda de Perth, aún llama más la atención que esta colección de pop-rock expansivo haya sido compuesta a partir de la idea de “soledad” a la que apela el título. Efectivamente, Parker construyó las canciones en los dos años que van de “Innerspeaker” a “Lonerism” encerrado en habitaciones de hotel, apostado en un estudio doméstico cuyas posibilidades exprimió hasta el delirio (sonoro) y sin embargo, más allá de unas letras que inciden en el eterno drama del joven incomprendido frente al mundo, el disco dista mucho de transmitir esa sensación de autismo e incomunicación. Al contrario, “Lonerism” está destinado a disfrutarse como una comunión entre la banda y su público, en pleno éxtasis. Os esperamos.