New Money
DiscosLogan Lynn

New Money

6 / 10
Álex Jerez — 28-03-2022
Empresa — Kill Rock Stars
Género — synthpop
Fotografía —

Las resacas cada vez son más duras con el paso del tiempo y la de Logan Lynn en su décimo álbum de estudio es abismal. “New Money” nos muestra una estrella cargada de dudas existenciales que le comen por dentro y que intenta ahogar construyéndose una vida superficial y colocándose metas que no llevan a una verdadera felicidad. Un manifiesto que refleja a un artista con una autoestima por los suelos que se entrega a una vida de estrella del rock con la intención de disfrazar todos esos miedos. Un proyecto que se desarrolla a través del popular synth pop ochentero que tanto se ha quemado en los últimos años. Y un Logan que busca ponernos a bailar para enlazar una copa tras otra hasta volver a casa con auténticos blancos en la noche que nos hagan olvidar las penas.

Soledad, desconexión, fama, ansiedad, sexo (“Wrap me up in tenderness and fuck me like you mean it”). “New Money” nos coloca a un Logan mucho más elitista, cínico y deslumbrado por el brillo de los focos que en lanzamientos previos. Un artista en busca de la popularidad y el éxito que en realidad lo único que necesita es que lo quieran. Un grito a la falta de amor y las necesidades constantes que este te genera que capta estupendamente en la versión del “Fuck & Run” de Liz Phair (“I want a boyfriend. I want all that stupid old shit like letters and sodas”). Bajo la producción de Gino Mari, la intención con este disco es generar nueve himnos que calienten al público. Sin embargo, lo que consigue es un resultado más bien de frialdad y falta de humanidad de cara a sus seguidores. Un álbum con el que te cuesta identificarte y que se queda a medias entre intentar reflejar la decadencia de una estrella olvidada en la esquina de la pista y una figura que cabalga todo el rato para superar los obstáculos de la industria del presente.

Entre lo mejor del proyecto, el intento de recuperar la oscuridad con el peso de la batería en “Fight or Flight” rememorando sonidos de LPs anteriores. La sencilla e intensa “Here’s to Us” con la que cierra esta aventura para dar portazo de una vez por todas a tantos mensajes materialistas que acumula el disco. O la versión de “Baby Britain” de Elliot Smith a la que acelera el pulso para poder llevarla a la disco y que todos podamos usarla como celebración frente a la triste realidad. A veces más funky, otras con una vena mucho más punk, pero aún así siempre nos cuesta mucho creernos este último proyecto de Logan Lynn. Cómo lo apoya constantemente en ser un creador multiplataforma que se desliza entre el activismo y mantener el ser una popular estrella televisiva. Y es que al final está claro que el concepto que mejor acoge todo lo que reúne estas nueve piezas es claramente la soledad. El verse sumergido entre tanta parafernalia sin encontrarse verdaderamente a uno mismo, el tener que fingir para lograr lo que buscas y el acabar de fiesta en fiesta intentando no pensar.

“New Money” se queda muy a medias de todo en una competición por traer la esencia ochentera al presente que cada vez tiene más afiliados. Un álbum en el que las pocas veces que intenta generar emoción no lo consigue y que nos refleja un Logan vacío que hasta en cierto modo llega a despertar ternura. Aún así, esperamos que este álbum le haya servido para soltar todos esos demonios que el tiempo provoca y poder verse en el espejo con un poquito de más cariño. Aunque sabemos que él ha sido siempre un gran luchador y defensor de mayores recursos para proteger la salud mental. Lo material no lo es todo y da la sensación de que en esta última obra se le ha olvidado por completo.

 

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