Llamp de Déu

Una fría mañana de febrero en los estudios Ultramarinos de Santi García. El productor se sopla dos cafés. Anda adormilado. Guillem y Carles entran, saludan, abrazos, bromas y directos a la sala de grabación. Enchufan, se escucha un pequeño zumbido eléctrico, García le da al botón rojo... un, dos, tres... y los dos chicos de Manlleu escupen las nueve anfetamínicas canciones de “Llamp de Déu”, a piñón, sin miramientos, sin preocuparse más de lo justo en afinar sus tonos de voz, mirándose, dándose la señal para continuar con la siguiente. Seguramente no fue así, cierto, pero así me lo imagino, porque eso es lo que transmiten canciones como “Incendi”, “Rera setmana” o “Amics estim”, sinceridad, honestidad y conexión. La amistad hecha canciones, canciones levantadas sobre energía compartida. Sin más, sin menos, como si eso fuese tan sencillo. L’Hereu Escampa son un dúo como los de los mejores noventa, solo magro, sin aditivos, sin mierdas supérfluas, sin pretensiones. Canciones que no parecen de verdad, sino que lo son. Y una llama que prende de verdad, y que prenderá lo que tenga que prender. Si mañana se apaga, se apagará, pero hostias, mientras este rayo continúe chisporroteando por los cielos, sumémonos todos a la fiesta.