Es muy probable que a estas alturas ya hayas oído un sinfín de alabanzas o leído un buen puñado de buenas críticas en relación al nuevo trabajo de Neil Young. Y es muy posible que, de todos los comentarios vertidos, los que más te llamaran la atención son los que afirman que se trata de su mejor trabajo desde Ragged Glory (1990) o desde Sleep With Angels (1994) como dicen otros con mayor sentido.
Sin embargo, un servidor se queda sin ir más lejos con el reciente Prairied Wind (05) o incluso con Greendale (03) antes que con este obvio Living With War.
Y digo obvio porque lo es en todos los sentidos. Desde el punto de vista lírico porque no cabe duda que raya cierto panfletismo y cierta ingenuidad (“Lookin For A Leader”).
Y desde el punto de vista estrictamente musical porque está repleto de tics del pasado que nada ayudan a ver en el disco una obra con personalidad propia a la altura de por ejemplo Greendale, o al menos al mismo nivel que Silver And Gold (00) con el que comparte electricidad y pegada.
Pero, claro, si Neil Young arremete contra la administración estadounidense o la guerra de Iraq todos nos damos con un canto en los dientes y alabamos incluso lo que no existe.
Living With War es un buen álbum que, más allá de su denuncia, no aguanta el tipo si lo comparas con el legado del canadiense.
What a plsueare to find someone who thinks through the issues