Acostumbrado a asociar, de forma algo mecánica, a Pernice Brothers con el alt-country o la americana, me ha dejado muy gratamente sorprendido su sexto trabajo “Live Little”. Esperaba algo más vaquero y me encuentro con un disco que, cuando lo escuche Mathew Sweet, seguro que sufre un ataque de celos al comprobar como Joe Pernice ha sido capaz de dar en el clavo pop en temas como “Automaton”, “How Can I Compare”, “B.S. Johnson” o “Lighthead”.
Pop orquestado, pop vitaminado, pop endulzado, pop clarividente y algo clásico... en definitiva pop americano por los cuatro costados con todo lo que significa: bonitas armonías; suave y turgente claridad vocal; instrumentación sobria, contenida e impecable; cuidados arreglos orquestales, buen rollito tan cósmico como primaveral y todo ello envuelto con un enorme celofán de colores y un lacito rosa para no variar. Más dulce que los Fountains Of Wayne y menos enrevesado que los Shins, los Pernice Brothers revitalizan su carrera con un álbum atemporal, que suena a clásico sin serlo. Eso sí, a solvente, serio y acertado, le ganan muy pocos este año.
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