La línea que separa el tópico dramático del emotivo y melancólico es fina y peligrosamente difusa. Tantear dichos niveles conlleva siempre la posibilidad de alcanzar un meritorio éxito, pero también puede terminar en exasperante desenlace de sentimentalismo excesivo. Al igual que sucede con artistas como Ed Harcourt, David Gray o Tom McRae, el cantautor canadiense Dallas Green decide aceptar el desafío y arriesgarse en el tercer disco de estudio de City And Colour, su proyecto al margen de la banda de hardcore Alexisonfire. El músico de Ontario se tambalea a lo largo y ancho de esa frontera cayendo en uno u otro estado según el corte en cuestión. Es con piezas austeras como “O’ Sister”, “Weightless” o la estremecedora “Northern Wind” cuando consigue emocionar gracias a una sincera delicadeza deudora de Jeff Buckley o Elliott Smith. Por su parte, una ambición mal entendida termina denigrando composiciones presumiblemente válidas con el empalago instrumental presente en “Little Hell”, “Sorrowing Man” o “Fragile Bird”, situando el marcador en las definitivas tablas.
So that's the case? Quite a reltvaeion that is.