Little Dark Age
DiscosMgmt

Little Dark Age

9 / 10
Xavi Sánchez Pons — 23-02-2018
Empresa — Columbia
Género — Pop

Ser esclavo de tu éxito. Una maldición muy común en el pop y algo peligroso porque te puede acabar paralizando. Eso es un poco lo que les pasó a MGMT, que tras el bombazo de Oracular Spectacularen 2008 e intentar experimentar con el pop psicodélico en los exigentes pero notables Congratulationsy MGMT, pasaron de ser los autores guays de “Kids” y “Time To Pretend”, a ser una banda rara que no sonaba en la radio y que no hacía hits. La realidad es muy jodida, y si no entregas lo que se supone que la gente –discográfica, medios, público- espera de ti, puedes pasar de héroe a villano en menos que canta un gallo. Andrew VanWyngarden, una de las mitades del grupo y el motor creativo de MGMT, salió tocado de ese pequeño descenso a los infiernos. Para curarse, se compró una casa en Rockaway Beach, y se pasó un par de años surfeando y comprando y escuchando vinilos con sus amigos.

Tras recuperar las ganas de hacer música, a VanWyngarden se le ocurre la idea de hacer un disco colaborativo en el que participen sus amigos y los de Benjamin Goldwasser. Una fiesta de genios que reúne, entre otros, a Ariel Pink, Connan Mockasin y Dave Fridmann. El resultado de ese brainstorming festivo de ideas es “Little Dark Age”, un álbum donde MGMT dan rienda suelta a su amor por el synth-pop de los ochenta sin olvidar su ADN psicodélico. Su cuarto trabajo de estudio se convierte en la colección de canciones más compacta de su carrera, y quizás la que muestra mejor su doble naturaleza: la epidérmica de los hits y la excéntrica que les anima a juguetear y a retorcer las estructuras clásicas del pop. Con “Little Dark Age” MGMT ser fortalecen como grupo, y al mismo tiempo, es posible que recuperen la atención perdida. Jugada maestra.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.